Diabetes y obesidad
La Organización Mundial de la Salud afirma que el número de personas con diabetes en América se triplicó desde 1980. Los especialistas advierten un incremento de diabetes durante la pandemia de covid, debido a los retrasos de las atenciones médicas o controles.
Nuestro país tiene una de las tasas de prevalencia de diabetes y obesidad más altas del continente y junto con la hipertensión se han convertido en patologías causantes de enfermedades invalidantes, que pueden llevar a la muerte. La obesidad y sobrepeso, especialmente en los niños, debido a la alimentación poco sana y la falta de actividad física, han conducido a un fuerte aumento de los índices de diabetes y el riesgo de la enfermedad es cada vez más precoz.
Los especialistas advierten un incremento de diabetes durante la pandemia de covid, debido a los retrasos de las atenciones médicas o controles, y a las personas que adoptaron hábitos poco saludables. Los controles durante la emergencia han sido irregulares, incluso hay pacientes que los dejaron por las cuarentenas y temor a acercarse a los centros hospitalarios. La falta de control puede traer complicaciones graves en la salud, aumentando el riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular, renal, problemas oculares y neuropatía.
La Organización Mundial de la Salud afirma que el número de personas con diabetes en América se triplicó desde 1980 y se ubicó como la cuarta causa de muerte, después del infarto, el accidente cerebrovascular y las demencias.
Los expertos señalan que la mejor forma de prevenir la diabetes es que la población siga una alimentación saludable, evitando sobre todo los alimentos ultraprocesados -altos en calorías y pobres en nutrientes- y las bebidas azucaradas, a la vez que realicen actividad física en forma regular para mantener un peso saludable.
Si bien leyes como el etiquetado de los alimentos ayuda a reducir los problemas de obesidad en el futuro -y con ello las patologías de diabetes e hipertensión-, todo dependerá de que haya verdaderamente cambios en los hábitos de alimentación de las familias, por ejemplo, desterrando el consumo de comida chatarra -sobre todo en los niños- y realizando más actividad física.