700 litros de agua semanales era lo que recibía cada una de las familias del sector Los Álamos, en la comuna de Laja, Región del Biobío. Así ocurrió por poco más de una década. Si en el verano el tema era dramático, porque a veces los pozos se secaban, en pleno invierno, cuando el camión aljibe no podía subir, simplemente se quedaban sin nada.
Sentada en la mesa del comedor, bebiendo un vaso de agua, Ana Luisa Parra, nacida y criada en el sector, recuerda que en los días duros por la escasez no le quedaba otra que poner un balde en la canaleta de su casa para juntar agua lluvia. "Si no entraba el camión, teníamos que esperar que lloviera un poco, poner los tiestos arriba del techo y tomar agua de la gotera. También cocinábamos con el agua de la gotera, porque no nos quedaba de otra", recuerda.
Y es que, pese a que junto con La Araucanía, Biobío es una de las regiones de Chile donde más llueve, la falta de infraestructura hace que en buena parte de las zonas rurales aún tengan que depender de camiones o sistemas artesanales para abastecerse de agua.
Pero hoy las familias del sector Los Álamos viven otra historia gracias al proyecto Desafío Agua para Chile, que CMPC y Desafío Levantemos Chile impulsan desde fines de 2020. Se trata de un cambio radical, ya que de tener acceso a 700 litros de agua semanal, con la instalación de esta obra ahora tienen a disposición mil litros de agua diarios por familia. Agua obtenida de un pozo profundo, dotado de una bomba y una máquina potabilizadora que trabaja gracias a paneles solares y que alimenta un abasto de 10 mil litros, instalado en una torre de gran altura para llegar de modo eficiente con agua a cada una de las diez casas.
Luis Arévalo representó a las familias en la ceremonia que celebró la llegada del vital recurso a sus hogares. "A cualquier persona del campo algo así le cambiaría la vida, no solo en este sector. Antes teníamos que bajar a buscar agua con baldes y ahora ya no. Este es un tesoro y lo tenemos que cuidar", destacó.
Distintas soluciones
Con la idea de llevar agua a residentes de sectores rurales afectados por la escasez hídrica, en 2020 nació la iniciativa Desafío Agua para Chile con el objetivo de apoyar, en un inicio, a 200 familias. Sin embargo, la apuesta aumentó rápidamente y la meta subió a 750 familias de ambas regiones.
En el marco de la celebración de este objetivo, precisamente en la comuna de Laja, el presidente de Empresas CMPC, Luis Felipe Gazitúa, hizo hincapié en la importancia de involucrarse en los problemas que tienen los vecinos y comunidades donde están presentes. "Uno de los problemas que existe es el acceso al agua, y en muchos casos no es por falta de este recurso, es porque no hay medios o falta la tecnología. Creemos que parte de nuestro rol es involucrarnos con las comunidades y, a través del proyecto Desafío Agua para Chile, hemos podido ayudar a muchos vecinos usando tecnología que nos permite prospectar este recurso en predios nuestros o de vecinos, de tal manera de proveer de un elemento que es crucial para vida humana", señaló.
El director ejecutivo de Desafío Levantemos Chile, Nicolás Birrel, indicó que este proyecto tiene un gran impacto en las comunidades con las que se trabaja y destacó que han logrado implementarlo en muy cortos tiempos, entendiendo que la necesidad de la gente es urgente. "La iniciativa tiene mucho espacio para crecer porque hay mucha voluntad de parte de CMPC y nuestra, y hemos visto una recepción por parte de la comunidad que ha sido bien importante. Esto es solamente el comienzo y creemos que tanto en el Biobío como en La Araucanía podemos causar un impacto muy profundo en términos de acceso al agua. Este tipo de alianzas entre empresas privadas y fundaciones apunta en la dirección correcta y vamos a dar todo para poder profundizar nuestro impacto en las comunidades".
Basado en dos líneas, Desafío Agua para Chile ha centrado su quehacer en ejecutar obras de agua para consumo humano y de agua para desarrollo productivo, sumándose también acciones para el mejoramiento de sistemas de Agua Potable Rural, APR. Y, como se trata de un desafío, ninguna obra es igual a otra, porque, por ejemplo, el agua para consumo humano se ha obtenido no solo de pozos profundos, sino que también de vertientes, como el caso de la comunidad José Cayuman en Lumaco. En este lugar se captó aguas de vertientes de predios de CMPC, acumulándola y potabilizándola en estanques que han permitido llevar este recurso vital hasta las casas de más de 40 familias.