Agencias
Tras los atracones navideños, muchos empezaron el año con el propósito de hacer deporte para adelgazar. La mala noticia es que el ejercicio no basta para perder peso, ya que el mismo cuerpo se encarga de compensar esa quema de calorías reduciendo el consumo de energía, revela un estudio en el que participa la agencia nuclear de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Al aumentar el ejercicio, el cuerpo compensa las calorías quemadas limitando la energía utilizada en funciones básicas como la respiración o la digestión", explica a la agencia de noticias Efe Alexia Alford, una las autoras del estudio y nutricionista en el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).
Es decir, tras quemar calorías con el deporte, el cuerpo pone en marcha una especie de mecanismo de ahorro energético, que acaba reduciendo el efecto de pérdida de peso de la actividad física.
Cómo se midió
El trabajo "Compensación energética y adiposidad en humanos", publicado recientemente en la revista científica Current Biology, llegó a esta conclusión utilizando dos isótopos, uno de hidrógeno y otro de oxígeno, como "marcadores" para analizar las calorías que una persona quema durante un día.
Los investigadores dieron a beber agua con esos dos isótopos a 1.754 personas y analizaron luego su orina, sus características corporales y la tasa metabólica basal, que actúa como contador del gasto energético de las funciones básicas del organismo, como por ejemplo, la respiración.
30% no quemadas
Al restar ese gasto basal del consumo energético total del cuerpo, los investigadores pudieron identificar cuántas calorías se quemaban haciendo deporte.
La conclusión es que las personas con un índice de masa corporal de entre 18,5 y 24,9, considerado normal, esa compensación es del 28%, es decir, sólo 72 de cada 100 calorías gastadas con el ejercicio físico se transforman en calorías "quemadas" y, por ende, en pérdida de peso.
Los resultados son más descorazonadores para las personas con un índice de masa corporal más alto, en las categorías de sobrepeso y obesidad, ya que ese mecanismo de ahorro hace que sólo se pierda la mitad de las calorías.
"Por cada caloría que las personas muy obesas -con un índice de masa corporal de 35 o más- gastan ejercitándose, la compensación puede ser de hasta un 50%", señala Alford.
La nutricionista destaca además que "no todos los individuos son iguales en la forma en la que usan su energía".
Más difícil con la edad
Por este motivo, es importante conocer cómo funciona nuestro metabolismo para así llevar a cabo un plan de actividad o una dieta adaptada a cada persona.
Ese sistema de compensación energética no solo varía según el metabolismo y el peso, sino también por la edad.
Por ejemplo, a partir de los 60 años el metabolismo se ralentiza 1% cada año que pasa, con lo que se consume menos energía y adelgazar practricando deporte se hace también más difícil.
La investigación no busca desanimar a quienes este nuevo año se han propuesto adelgazar o adoptar un estilo de vida más saludable.
"Los resultados no sugieren que el ejercicio sea ineficaz, la actividad física tiene muchos beneficios para la salud", asegura Alford.
Entre estos beneficios destacan la reducción de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares, cánceres o la diabetes tipo 2 incidente, así como una mejora de la salud mental, cognitiva y una mejor conciliación del sueño.
1.754 personas participaron del estudio que analizó "marcadores" para determinar las calorías que un individuo quema en un día.
72 de cada 100 calorías quema realmente una persona con índice de masa corporal "normal" al hacer ejercicio físico.