Chile completa 4 años sin avances en la lucha contra la corrupción
INFORME. Transparencia Internacional advirtió que, pese a ser el segundo menos corrupto de la región, el país está estancado.
Chile es el segundo país menos corrupto de América Latina, pero permanece estancado desde hace 4 años, según reveló Transparencia Internacional (TI) a través de su Índice de Percepción de la Corrupción 2021.
Con 67 puntos, en una escala donde el máximo puntaje es 100, el país ocupa el puesto N°27 a nivel mundial, y en nuestra región es sólo superado por Uruguay, que obtuvo 73 puntos.
La ONG advierte que Chile permanece sin avances desde 2017, cuando bajó a su índice actual después de haber alcanzado los 73 puntos. Y lo atribuye a los escándalos de corrupción que han socavado la confianza en las instituciones, como el caso Penta y los fraudes en Carabineros y el Ejército.
De todos modos, TI plantea que el proceso constituyente representa una "oportunidad única" para incorporar normas anticorrupción en la futura carta magna.
"Es fundamental que los gobiernos pasen de la palabra a la acción", comentó a agencia EFE Luciana Torchiaro, asesora regional para América Latina del organismo internacional.
"Los grandes cambios no solo suceden desde arriba, sino también desde abajo. El éxito en la lucha contra la corrupción depende de que todos los sectores pongamos un granito de arena", añadió la representante.
Según Torchiaro, la clave está en fortalecer las instituciones, la independencia judicial y el respeto a los derechos humanos. "Lo que hemos podido confirmar con el caso de Uruguay es una de las grandes hipótesis de Transparencia Internacional: cuando las instituciones fuertes y democráticas funcionan, la corrupción es menor", sostuvo.
Latinoamérica
La situación en el resto de Latinoamérica es desesperanzadora. Además de Uruguay y Chile, sólo Costa Rica aprueba con 58 puntos. Colombia obtuvo un índice de 39, Argentina y Brasil 38, Perú y Ecuador 36, y Bolivia 30.
Los peor evaluados siguen siendo Nicaragua (20) y Venezuela (14), países con procesos electorales cuestionados y graves denuncias de violaciones a los derechos humanos.