Agencias
Nació en un lugar llamado Holywood, pero no en California sino en las afueras de Belfast, y ese bagaje ha sido crucial para Jamie Dornan a la hora de abordar el papel con el que podría ser nominado al Oscar y dejar atrás la alargada sombra de Christian Grey, el personaje que lo convirtió en icono erótico.
Dornan es Pa, el reflejo de padre de Kenneth Branagh en la autobiográfica "Belfast", donde el cineasta norirlandés narra sus recuerdos de infancia cuando a los 9 años, en 1969, estallaron los disturbios que significaron el comienzo de más de 30 años de conflicto armado.
"Es importante para mí poder contar historias sobre el lugar en que nací y contribuir a que un público amplio pueda entender lo que ha ocurrido", aseguró Dornan a Efe.
El actor, famoso por la trilogía "50 Sombras de Grey", también tiene pendiente estrenar en el resto del mundo la serie de la BBC "The Tourist", en la que interpreta a un hombre que despierta en un hospital en Australia con amnesia y se lanza a una carrera para averiguar quién es y qué ha sucedido.
-¿En qué medida le ayudó a meterse en la historia que narra "Belfast" el hecho de haber crecido ahí?
-Para empezar, no tuve que trabajar otro acento, pero también es importante para mí poder contar historias sobre el lugar en que nací y contribuir a que un público amplio pueda entender lo que ha ocurrido. Nací 13 años después de los hechos que se narran en la película, pero el conflicto armado duró 30 años, es decir, nací en el medio del conflicto y lo entiendo bien. Es importante poder verlo desde distintos puntos de vista y en este caso es el de un niño de nueve años y una familia normal.
-La película pone en el centro lo difícil que es, en una situación así, decidir si quedarse o marcharse.
-En el caso de mi personaje él ya estaba trabajando en Inglaterra cuando estallaron los disturbios y eso le pone la opción de irse más fácil que a otras familias. Sabe que si se marcha tiene un trabajo y una forma de mantener a su familia, pero eso no resta dificultad y dureza a la decisión de dejar atrás a tu gente y todo lo que conoces.
-¿Cuándo decidió marcharse?
-Me fui con 19 años, el año pasado me di cuenta de que llevo más tiempo fuera de Irlanda que en Irlanda, fue una sensación extraña. Para mí también fue una decisión difícil, pero en circunstancias muy diferentes, no me marché en plenas revueltas, sino porque pensé que lo que quería conseguir sería más fácil en Londres que en Belfast. Entiendo en todo caso el dolor de tomar esa decisión.
-¿Qué fue lo más importante que le dijo Kenneth Branagh para ponerse en la piel de su padre?
-Casi todo estaba en el guion, Ken no quería hacer algo demasiado documental ni un retrato preciso de quién era su padre, quería separarse un poco de su propia historia y nos invitó a aportar lo que nuestro instinto nos dijera.
-Se inspiró también en su propio padre, fallecido recientemente. ¿Qué aspectos de él aportó al personaje?
-Hay una suerte de resiliencia y una calidez y bondad que son típicas de los hombres de Belfast. Mi padre era así y también el padre de mi padre, una calidez, un carisma, una fuerza y sentido del humor... había algo de todo eso en el guion, en el padre de Ken y por eso pude llevar aspectos de mi padre y de mi abuelo al personaje.
-¿Cree que este papel será un antes y un después en su carrera?
-Yo me limito a hacer el trabajo lo mejor que puedo y que la experiencia sea lo más gratificante posible, lo que viene después está fuera de mi control. He vivido experiencias similares en algún otro filme, pero no a esta escala. Creo en lo que decía Peter O'Toole, que las grandes palabras hacen grandes actores, y yo he sido muy afortunado por trabajar con un excelente director y algunos de los mejores actores de su generación, un guion brillante y significativo. Las cosas no deberían salir mal en esas circunstancias.
-¿Conseguirá que la gente deje de asociarlo al personaje de Christian Grey? Si es que lo desea...
-No especialmente. Ese personaje fue adorado por muchísima gente, siempre he dicho que esas películas se hicieron para los fans de los libros y recaudaron 1.500 millones de dólares, o sea que a los fans les gustó, aunque a la crítica no. Pasó lo mismo con los libros. Llevo siete u ocho años haciendo trabajos que están a miles de kilómetros de distancia de ese personaje. Me siento afortunado por lo que he hecho hasta ahora y si, cuando llegue al final, dentro de 30 o 40 años, la gente sólo recuerda un personaje, quizá es que no hice muy bien mi trabajo. Espero que no sea así.