Efe
Agobiado por el escándalo de las fiestas en Downing Street, el primer ministro británico Boris Johnson compareció ayer, como cada semana, ante el Parlamento, y por segundo miércoles consecutivo rechazó renunciar a su cargo por las cada vez más abultadas acusaciones de fiestas realizadas durante la etapa más estricta de la cuarentena en 2021.
En una tensa sesión en la Cámara de los Comunes, el líder laborista, Keir Starmer, le preguntó sobre si pensaba dejar su cargo, dado que, en contra de lo que el jefe del Gobierno argumentó durante meses, se le acusa de que hubo festejos en su residencia y despacho oficiales en transgresión de las restricciones por la pandemia.
"No", respondió Johnson con furia, y apostando por el ataque como mejor defensa, acusó a su rival de ser un "oportunista" y tratar de forzarlo a comentar sobre un asunto del cual, según él, "no puede hablar aún".
Posteriormente, en otro golpe para el primer ministro, unos mensajes filtrados ayer a una comisión parlamentaria indican que pudo haber mentido cuando en diciembre negó rotundamente haber autorizado la evacuación de Afganistán en agosto de los animales de un refugio dirigido por el exsoldado británico Pen Farthing, criticada por priorizarlos antes que a las personas.
Esperado INFORME
En su intervención parlamentaria, el dirigente "tory" respondió afirmativamente cuando Starmer le preguntó si dimitiría en caso de que, en transgresión del código de conducta ministerial, se pruebe que "engañó a sabiendas" al Parlamento al asegurar hace unos meses que no hubo actividades sociales en Downing Street ni se incumplieron las normas sanitarias en la pandemia.
El líder de la oposición le reprochó poner a Reino Unido en una situación "vergonzosa", después de que la Policía Metropolitana de Londres (MET, o Scotland Yard) confirmara que investigará las reuniones en Downing Street.
Pero antes de conocer el resultado de esta pesquisa, en la que Johnson podría ser interrogado como testigo o incluso como sospechoso, se espera la publicación en breve del informe realizado por la funcionaria Sue Gray, que detallará lo que ocurrió en la sede gubernamental durante el confinamiento.
En medio de una gran expectativa, el primer ministro indicó en los Comunes que, en cuanto lo reciba, divulgará el documento completo, entre temores de los diputados de que dé a conocer solo una versión recortada, y se comprometió también a comparecer ante la Cámara baja para comentarlo.
Durante el careo con Starmer, Johnson se mostró bravo tanto para intentar avasallar a su adversario como para impresionar a sus propios compañeros de filas, de cuyo apoyo depende su futuro.
Preocupados por un avance de los laboristas entre el electorado, los diputados conservadores apoyaron a su líder en varias ocasiones.
Sin embargo, dependiendo de las conclusiones del informe, y sobre todo de la investigación policial, los "tories" podrían decidir organizar una moción de confianza interna contra Johnson, que estaría obligado a dimitir como líder del partido y primer ministro si la perdiera y sería sustituido por un candidato surgido de una elección interna.
Johnson, ahora con una aprobación en caída libre, en 2019 logró la más alta mayoría absoluta conservadora desde 1987 para convertirse en primer ministro.
2020 habrían ocurrido las fiestas en Downing Street, en plenas restricciones por la pandemia de covid-19.
2019 Boris Johnson logró la más alta mayoría absoluta conservadora para convertirse en primer ministro.