No más test
Una máxima tradicional en la atención médica es "no pedir exámenes que no se necesiten". Esto se pregunta cuando los resultados no ayudan al diagnóstico, tratamiento o cuando pueden confundir en relación a estos, generando además un gasto innecesario.
En la situación actual de la pandemia y con la nueva variante, la realidad es que las personas que llegan con sintomatología respiratoria tienen una alta probabilidad de padecer de covid-19, tan alta, que el diagnóstico está suficientemente claro sin necesidad de realizar el test.
Lo que vemos actualmente es un colapso del sistema de atención en salud, que se produce por una alta demanda de personas asintomáticas o con muy pocos síntomas que buscan una RT-PCR, lo que puede invisibilizar o hacer esperar de forma innecesaria a la gente que realmente requiere una atención en salud. Al mismo tiempo, vemos un gran ausentismo laboral por una enfermedad que en esta etapa tiene un muy bajo riesgo clínico para la población.
Pensamos que la política de salud debiera estar destinada a los pacientes que requieran atención médica que puede cambiar su pronóstico y evitar el desgaste del personal de salud en una conducta que en esta etapa se puede considerar de bajo impacto sanitario, para no decir burocrática.
Por otro lado, la probabilidad de contagio es tan alta que las estrategias de aislamiento son poco efectivas para evitar su diseminación. Desde el punto de vista epidemiológico, tanto la búsqueda como el aislamiento, se han transformado en medidas poco efectivas.
Mientras dure el predominio de esta variante, proponemos dejar de realizar tests diagnósticos para covid-19 en la población ambulatoria, especialmente como estrategia de pesquisa activa, al igual que las medidas de aislamiento en personas con poca sintomatología o asintomáticos. De esta manera optimizaremos la atención sanitaria a personas que realmente necesitan, lo que se podría reconsiderar ante un cambio en el comportamiento epidemiológico de la enfermedad.
Marcela Garrido, Universidad de los Andes
Convención Constitucional
Inquietud ha generado la aprobación (en general, de momento) de normas relativas al sistema de gobierno en la Convención Constitucional. Al respecto, creo que es necesario dejar en evidencia algunas inconsistencias en el discurso de los impulsores de estas normas.
El bloque constituido por el PC y FA presentó la propuesta de "presidencialismo atenuado" y fortalecimiento del Congreso Plurinacional, a través de la eliminación del Senado. La propuesta produce totalmente lo contrario a lo que promete. Primero, porque no se eliminan competencias sustanciales del presidente, solamente crea la figura del vicepresidente electo por sufragio popular, que no tendrá mayor injerencia. Segundo, porque un Congreso Unicameral no asegura mejores leyes ni trámite legislativo más rápido, y los países tercermundistas que lo tienen así lo demuestran. Tercero, porque si sumamos ambas cosas, permitiría que un Presidente que cuente con mayoría parlamentaria no tenga ningún tipo de contrapeso, detentando un poder casi absoluto.
Entonces, esta fórmula está lejos de atenuar el presidencialismo, sino que, por el contrario, es la ecuación perfecta para la concentración del poder.
Juan Francisco Reyes Santibáñez
Diálogos para la educación
El futuro ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, conoce desde adentro el sistema educacional en Chile, ha participado en equipos que apoyan su desarrollo y es consciente de las brechas de acceso que actualmente existen en esta materia. Su trayectoria y conocimiento serán relevantes para poder enfrentar uno de nuestros grandes desafíos: abrir nuevas oportunidades para mejorar el acceso a la educación.
En este sentido, la tecnología, la innovación y la libertad se vuelven fundamentales a la hora de apostar por la diversidad de ofertas educacionales.
Quienes hace algunos años no podían acceder a la educación superior, hoy ven en la incorporación de las tecnologías que impulsan la educación online, un modelo que entrega oportunidades y accesibilidad, manteniendo la calidad y pertinencia necesaria para que las personas se enfrenten de mejor manera al mundo laboral.
Mantener este camino hacia la innovación será un desafío para todos los agentes del sistema educacional que, en diálogo con el futuro ministro, debemos trabajar para mantener la ambición de ir un paso más allá. Debemos seguir avanzando en la entrega de soluciones que inviertan en tecnología para llegar a todo Chile. Somos muchos los interesados en ser un apoyo en este desafío que mejora el acceso sin descuidar la calidad.
María José Gutiérrez