El Chillán de Volodia Teitelboim
Volodia Valentín Teitelboim Volosky (Chillán 1916 - Santiago 2008), periodista, escritor, abogado y político. Hijo del ucraniano, Moisés Teitelboim Kraitzer y de la moldava, Sara Volosky Blank. Realizó sus estudios en los liceos de Curicó y Talca. Luego prosiguió la carrera de Leyes en la Universidad de Chile, Santiago. Contrajo matrimonio con Eliana Farías Assis, con quien tuvo una hija, Marina y un hijo de su esposa, Claudio. Sus obras escritas suman una treintena, cultivando varios géneros literarios, entre ellos la novela, el ensayo, la biografía y la autobiografía. Obteniendo el Premio Nacional de Literatura el año 2002.
El Chillán de Teitelboim es el Chillán de su niñez, frente a la Feria o Mercado. Tras retirarse su familia hacia el Maule, él siguió viajando a su ciudad natal, en visitas a casa de su tío Simón, frente al Mercado de Chillán, donde se desarrollaba la legendaria feria de los días sábados, en que un maremágnum de carretas bajaban de los flancos cordilleranos y arribaban de los cerros costeros, para deleite de la concurrencia que se abastecía de un sinnúmero de productos de los montañeses y cerrucos.
En sus Memorias, Teitelboim, rememora estas experiencias señalando: "En octubre de 1996, cuando el hijo octogenario volvió a Chillán, dije que entre mis primeros recuerdos figura la Plaza del Mercado. A la mañana siguiente bajando del segundo piso de la Municipalidad, en el rellano, el Alcalde me enseña una enorme fotografía que cubre toda la pared. La miro y vuelvo a la infancia. Allí están las doscientas carretas, unas entoldadas, otras al descubierto, de aquellos remotos sábados, cuando los campos, todas las aldeas vecinas volcaban en la ciudad los productos de la tierra y las alfarerías ancestrales".
Para el Terremoto de 1939, no pudo resistir al deseo de viajar a su natal Chillán, contando los pormenores al pasar en el trayecto por Talca, también ciudad de sus recuerdos juveniles de estudiante. La desolación y la muerte lo conmovía al ver la destrucción en el valle central. En San Carlos vio llorar al alcalde entre las ruinas. Ya estando en Chillán relata su encuentra con la señora Cusacovich, que vivía en calle Arauco 631. Ella le comenta y narra los momentos más trágicos de la noche del 24 de enero y le dice: "Por suerte ustedes se fueron de aquí". Volodia se pregunta: "¿no estaba a destiempo aludir a las escenas familiares de veinte años atrás cuando solíamos vernos con los Cusacovich y caminar por las calles a sabiendas que ninguna casa estaba en el suelo?. Ahora casi todas se habían desplomado. De cuatro mil quedaron quince en pie. La casa de los Cusacovich y de los Etchevers, la botica de la Plaza de Armas, el edificio del Banco Español y otros pocos que, dada la nerviosidad del momento, no sé si ella olvidó nombrarlos o no quería detallar toda la catástrofe".
Pasaron décadas de lo descrito, cuando el alcalde Aldo Bernucci, le entregó el Premio Municipal de Arte y Extensión 2000 y junto al documento, le regaló una reproducción de una fotografía de la Feria de Chillán, atiborrada de carretas, para que recordara de un solo golpe toda su niñez.
Alicia Romero Historiadora