Puerto Montt y los niños
Dos años de pantalla. Un forzado bienio digital que fue transformándose en un ciclo de todos los días iguales. En el ínterin, el pánico de la ineficiencia productiva se apoderó de todos los estratos sociales, se adaptaron escritorios en casa, se compraron aros de luces por AliExpress y Zoom encabezó la lista de descargas. Entonces, los estragos por la imposibilidad de separar aguas entre el trabajo, la familia y el ocio en el mismo hogar, comenzó a generar cansancio, estrés y trastornos varios. Cerrar la pantalla del notebook en un segundo, para tomar el tenedor y pinchar la ensalada al instante siguiente, se volvió un hábito. De pronto, la peligrosidad de un virus se empató con los peligros del encierro.
Este fenómeno virológico, inédito y mundial nos transformaría profundamente. La premura por contar con una vacuna en tiempo récord trajo a memoria la carrera espacial, y los laboratorios vieron la oportunidad de clavar sus banderas en la mente de la gente con el clásico "posicionamiento de marca". Más allá de los pinchazos, la distancias, los aforos y mascarillas, los paradigmas del convivir ciudadano comenzaron a ser otros. Las escuelas, los liceos, las universidades, no quedarían exentas.
La "mise-en-scène" educativa en medio de la pandemia ya era manifiesta, ahora solo se esperaba con ingenuidad que en semanas se alcanzaran los mismos resultados de aprendizaje de forma asincrónica que con el alumno presente. Los dolores de cabeza comenzaron con las viejas formas de evaluar llevadas al plano de las 13 ó 16 pulgadas de un monitor, y la perenne postergación de talleres y laboratorios prácticos que fueron congelando a varios en el terror de no sentirse preparados para el mundo real.
Los logros en el terreno del aula virtual han sido notables, qué duda puede caber, pero el problema es otro: la inmaterialidad, la imposibilidad de mirarse a la cara, la interacción física amputada de raíz, la ausencia de la sorpresa, del lenguaje corporal, de las risas espontáneas sin micrófono, de intentar alcanzar un saber efectivo del otro sin tecleos de por medio, de googlear en todas partes sin adquirir experiencia, de reclutar tribus digitales sin formar verdadera comunidad, la data sin hitos, seguidores sin amistad, la precariedad del vínculo virtual sin la consistencia del cuerpo que comunica.
Maciel Campos , UDLA
La Araucanía y no Wallmapu
Este gobierno se ha referido en múltiples ocasiones al territorio que hay en la macrozona sur, específicamente La Araucanía, como "Wallmapu", usando aquello como remplazo específico para referirse al sector. Esto no es sin más dejar encauzada de forma legítima la apropiación de la Coordinadora Arauco Malleco y otros grupos extremistas de territorios mediante la violencia extrema e irreparable que la región y, por ende el pueblo, vive agonizantemente día a día y año tras año.
Esto es una burla para todas las víctimas que han sido afectadas directa e indirectamente por la reivindicación del "Wallmapu", que a punta de pistola los han dañado mientras escuchan incesantemente aquella palabra como fin por la cual ellos tienen que sufrir las consecuencias. La Araucanía es el olvido de Chile, la región más pobre y, además, por la cual el índice global de terrorismo de 2022 situó a Chile en el puesto 18.
Somos de los países con mayor presencia de terrorismo en el mundo, sólo por unos pocos puntos no superamos al Congo, que está en el puesto 17. Esto me hace cuestionar muchas cosas más que una vez Sebastián Piñera arremetió contra Michelle Bachelet diciendo que esperaba que la gente se armara para defenderse. Y ya sabemos como terminó, fue Presidente y no hizo nada.
Francisco Villarruel Morales
Acuerdo de Escazú
Los conflictos medioambientales son de la ciudadanía y de empresas. Es por esto que es fundamental abordarlos desde una óptica de participación, transparencia y justicia, tal como lo propone el Acuerdo de Escazú.
A diario nos enfrentamos con una serie de emergencias ambientales, como por ejemplo la escasez hídrica, que afecta a gran parte de la zona centro del país; y la contaminación en las comunas de Quintero, Puchuncaví, Talca, Temuco, Osorno y Coyhaique, entre otras. La sociedad está permanentemente bajo amenaza.
En esa línea, el Acuerdo de Escazú apunta a la dirección correcta. El tratado fue propuesto y liderado desde el año 2012 por nuestro país en el marco de las negociaciones regionales para avanzar hacia una real democracia ambiental en nuestro continente, donde se establece un acuerdo internacional que garantiza el acceso a la información, a la participación pública y el acceso a la justicia en asuntos ambientales en América Latina y el Caribe.
Chile está llamado a firmar y liderar el Acuerdo de Escazú, garantizando que los futuros conflictos ambientales sean abordados desde un nuevo modelo de desarrollo.
Tomás Bardavid O.
Equipos chicos en el fútbol
Son pocas las fechas del campeonato de fútbol chileno, sin embargo, se nota que los equipos considerados humildes se están transformando en protagonistas. Es de esperar que esa tendencia continúe y que no encuentren en su camino los obstáculos ni los motivos que siempre acompañan a los equipos chicos, en beneficio de los considerados grandes e importantes.
Jorge Valenzuela Araya