Alemania prepara con cautela semana santa y jerusalén se repletó en domingo de ramos
Mientras países como Alemania se preparan para una Semana Santa con cautela, Jerusalén se llenó ayer de peregrinos en primer Domingo de Ramos pospandemia.
En el caso alemán, el país afrontará su primer período vacacional de Semana Santa en dos años con menos restricciones por la pandemia, aunque los expertos instan a no bajar la guardia pese a la baja en los contagios.
El Gobierno alemán llamó a los viajeros a hacerse test y seguir utilizando mascarilla, manteniendo el testeo para grupos vulnerables y en escuelas y jardines infantiles, y el uso de mascarillas para personas de riesgo y en el transporte público, aunque ya no en los comercios.
En el caso de Jerusalén, miles de peregrinos católicos de todo el mundo celebraron ayer el Domingo de Ramos, luego de dos años de festejos muy limitados y sin visitantes debido a la pandemia, y en un clima de inmensa alegría marcado por canciones, banderas y hojas de palma. Esto, a pesar de que la región vive días de tensión, tras una serie de ataques en territorio israelí y la muerte de varios palestinos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes en distintos incidentes.
Los visitantes, mezclados con fieles palestinos y extranjeros residentes en Tierra Santa, realizaron a pie la tradicional procesión desde el santuario de Betfagé, en el Monte de los Olivos, hasta la Iglesia de Santa Ana, en la Ciudad Vieja, rememorando el camino que realizó Jesús en su entrada triunfal en Jerusalén.
Bajo un fuerte calor y un sol radiante, bajaron lentamente por las laderas del Monte, con la Cúpula Dorada de fondo y hasta cruzar la Puerta de los Leones de la ciudad amurallada.
Este evento, junto con la bendición de los ramos y una misa en la Iglesia del Santo Sepulcro por la mañana, marcaron el comienzo de la Semana Santa.
Las celebraciones continuarán toda la semana y este jueves se conmemorará el Lavado de Pies de Jesús a sus discípulos y la Hora Santa en el Huerto de Getsemaní, también en el Monte de los Olivos, en Jerusalén Oriental, la parte de la ciudad ocupada por Israel en 1967.