"Cuando mañana regrese a casa, pensaré en qué canción nueva os podría regalar más adelante". Así, generoso con su audiencia, discreto como siempre fue y emocionado en su última presentación en vivo, José Luis Perales dijo adiós a los escenarios ante un incondicional público que colmó el Antel Arena de Montevideo.
La capital uruguaya vibró durante el último concierto del cantautor español, que cerró en ese país su gira de despedida -postergada por la pandemia- con un emotivo recital en el que repasó su trayectoria como intérprete y compositor.
Miles de personas, muchas de ellas peinando canas, corearon, sin cesar, el repertorio que el artista preparó para esta gira, un repaso a su carrera musical en 25 canciones en las que el cantante definió al amor y al desamor cientos de veces.
Amor que traspasó las letras de las canciones y se tradujo en más de un "Te amo" o "Te quiero" a viva voz entre tema y tema. Los brazos en alto, los aplausos y las ovaciones no pararon durante las dos horas del espectáculo.
Sonó "Y te vas" y el público irrumpió con un "Vos seguís" que comenzó calladamente, terminó contagiando a todo el auditorio y volvió a repetirse como un mantra en varios momentos del concierto.
"Ha sido un año difícil para todos, pero tener la oportunidad de esta gira, que es la última, de terminar en este lugar ha sido especial. Lo llevaré en mi corazón", dijo el artista.
A sus 77 años y, pese al agotamiento tras una gira por varios países en los que fue regalando su adiós anticipado, incluido Chile la semana pasada, Perales ofreció una voz sin fisuras y una sonrisa eterna de agradecimiento, que no se desdibujó ni un instante.
"Melodía perdida", "Ella y él" o "Que canten los niños" sonaron en la parte final del recital, en el que no faltaron como bises sus canciones más conocidas: "Un velero llamado libertad", "Y cómo es él" y "Te quiero".
Dedicó un verso de esta canción al público que no quería despedirse de su ídolo: "Os quiero como la tierra al sol"; y dijo adiós para siempre con su tema "Me iré calladamente", al que la audiencia respondió con un emotivo "volvé" al unísono.
Tras recibir una ovación de más de cinco minutos, caminó despacito con las manos en los bolsillos, dirigió una última mirada al público y se marchó.