Prudencia en la conducción
Las condiciones climáticas propias de esta estación del año complejizan aún más la conducción de vehículos motorizados. Las bajas temperaturas que ha registrado La Araucanía en las últimas jornadas, hacen que las vías se tornen más resbaladizas.
Conducir un vehículo motorizado bajo condiciones climáticas adversas requiere un mayor grado de precaución, ya que a todos los elementos que complejizan esa tarea, como el incremento del parque automotor y el poco respeto por la señalética vial de un número importante de conductores, se agrega la poca visibilidad y lo resbaladizo de la calzada.
Pues bien, las bajas temperaturas que ha registrado en las últimas jornadas, que en algunas zonas han superado los 3 grados bajo cero, congelando las vías y haciéndolas más resbaladizas, debieran llevar a quienes guían un vehículo a redoblar las medidas preventivas.
Sin embargo, aquello, al parecer, no ocurre, toda vez que se siguen viendo a diarios a conductores más pendientes del teléfono celular que las condiciones de las vías, o bien a otros que claramente exceden los límites de velocidad permitidos, especialmente en las áreas urbanas.
Y las consecuencias de estos actos irresponsables no tardan en llegar y se grafican en colisiones que se registran en la Región, en las cuales la principal causa radica en una conducción irresponsable y riesgosa.
Un estudio elaborado por el Ministerio de Transportes da cuenta del aumento en las velocidades de desplazamiento de los vehículos en las áreas urbanas del país tras la llegada del coronavirus y el inicio de las medidas de confinamiento, ya que al haber menos automóviles en las calles los conductores tendían a desplazarse a velocidades más altas, lo que, lamentablemente, incide en el mayor número de accidentes de tránsito. Y si bien las cuarentenas quedaron atrás, lo cierto es que conductas de este tipo es difícil erradicarlas.
De ahí que sea necesario volver a insistir en que guiar un vehículo motorizado requiere, además de habilidades técnicas, altos grados de responsabilidad ciudadana, toda vez que se trata de una acción que se desarrolla en el espacio público y en la que de no mediar el respeto irrestricto a la normativa y el cuidado que indica el sentido común, puede generar daños a las personas.