Un "empate técnico" entre las opciones apruebo (25%) y rechazo (27%) de la propuesta de nueva Constitución es una de las cifras más relevantes que mostró la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), hecha pública esta semana. Junto con esto, también es relevante que el 37% de los encuestados aún no decide su voto.

Aldo Mascareño, antropólogo y doctor en Sociología de la Universidad de Bielefeld (Alemania), es editor jefe de Estudios y coordinador del Proyecto de Herramientas Digitales del CEP, y desde ese rol asegura que la opción que gane lo hará por estrecho margen. Por lo tanto, él prevé que el ambiente de polarización no variará.

-¿Qué le dicen los números de la encuesta?

-Una de las principales conclusiones que uno puede sacar de la Encuesta CEP está en la falta de expectativas de la población en general. Se muestra un sentido de desesperanza con el presente que no había aparecido en otras mediciones. Esto se ve en las malas opiniones sobre la situación económica propia y del país, en la mala opinión sobre la situación política, también en la desaprobación del gobierno y de la conducta de los convencionales. Además de esto, las personas opinan que el principal problema que hay que enfrentar es la delincuencia, los robos y los asaltos, además de las pensiones, la salud, la educación y el narcotráfico. Todo esto remite a que la experiencia cotidiana de las personas está lejos de ser satisfactoria. Es lo que las personas viven día a día lo que no está funcionando. Hay una alta incertidumbre sobre lo que me puede pasar cada día y sobre el futuro. Al parecer entramos a una fase pesimista, en un túnel largo al que no se le ve salida.

-¿Puede una nueva Constitución ser una salida de este túnel?

-Cuando esto sucede, es muy difícil recomponer las relaciones sociales en el corto plazo. Pensamos que la nueva Constitución iba a recomponer el ánimo, pero la alta cantidad de indecisos a pocas semanas del