Carla Guelfenbein: "No hay edad para el amor pasional"
A 20 años de su debut literario, la escritora chilena Carla Guelfenbein cuenta los detalles de su último trabajo, "La naturaleza del deseo". Es la primera vez que escribe escenas de sexualidad explícita: "No es un sexo normal, peo esta historia lo requería (...) si no estaba el sexo, mejor no me metía", explica.
En plena promoción de su última novela "La naturaleza del deseo", Carla Guelfenbein (62), ganadora del premio Alfaguara de Novela el año 2015 por su libro "Contigo en la distancia"-, nos recibe en su departamento en Providencia. De jeans y polera negra, está contenta por las primeras reacciones que ha provocado su novena novela, "La naturaleza del deseo", una donde S y F, una escritora que vive en Londres y un abogado chileno, viven un romance clandestino por varias ciudades, donde son atrapados por un amor carnal y una exploración del cuerpo que la escritora no había desarrollado tan profundamente en ninguna de sus obras anteriores.
Mientras juega y le da vueltas a su collar gigante y toma café, Guelfenbein nos muestra los detalles de su libro, que también aparecerá prontamente publicado en toda América y España.
- En "Fragmentos de un discurso amoroso", Roland Barthes plantea que el amor apasionado no está bien visto. Se le considera una enfermedad de la que hay que curarse, porque no se le atribuye poder de enriquecimiento. ¿Cómo enfrentan sus personajes el amor romántico?
-Creo que el libro entero es una apología a esa frase. El amor romántico ha sido demonizado en el siglo XX y por supuesto, el siglo XXI por varias razones. Es inútil, es destructivo. Ese es el tema que estoy poniendo en cuestión en la novela a través de los personajes, pero en el fondo diría que es mi primera novela temática, donde entro a un tema y lo exploro al detalle. En nuestra época uno de los valores más importantes que le adjudicamos al otro es la fortaleza. Hay que ser fuerte. Y el amor te pone en una situación de total y absoluta vulnerabilidad. Por lo tanto, en la búsqueda de ser fuertes, no nos conviene exponernos a ese sentimiento arrasador que te puede destruir. En el amor romántico profundo pones todo en juego con el riesgo de perder, al mismo tiempo, ese "todo".
-Tus personajes son adultos. No viven una pasión juvenil.
- El amor pasional atraviesa todas las edades. No es que ahora la gente un poco mayor se enamore, siempre se ha enamorado. La buena vida se extiende en el tiempo y permite llegar a viejo en un estado mental, físico, emocional muy sano. No hay edad para el amor pasional.
La beca en un lago
Mientras Carla Guelfenbein se prepara para gozar de una beca Rockefeller que ganó para estar a fin de año en el lago Como en Italia, explica que en algún minuto pensó escribir una novela en que la ficción fuera un elemento menor en relación con un ensayo sobre el amor romántico.
Quería mezclar teoría y análisis de las historias románticas: "Tenía mucho material sobre Eloísa y Abelardo, pero finalmente lo deseché. Me fui un 100% por la ficción y hay un elemento ensayístico en el sentido de que ella, la protagonista, es una mujer que intenta entender qué es lo que le está pasando. Y cómo es intelectual, acude a la teoría, a la historia de la literatura para poder entender cómo a ella le está pasando esto", explica.
Expresar lo explícito
-La sexualidad y el erotismo cruzan "La naturaleza del deseo". ¿Qué pasó con el pudor?
-Es primera vez que entro de lleno al sexo explícito, a expresarlo y aventurarme. Los protagonistas, de alguna manera, están experimentando. No es un sexo normal, pero esta historia lo requería. Es la exploración de los cuerpos y si no estaba el sexo, mejor no me metía en el tema. Eso lo tenía súper claro.
- ¿Tuvo dudas?
-Dudé en cómo expresar lo explícito, porque es como caminar por el borde de un precipicio. Puedes caer fácilmente en la vulgaridad o en los lugares comunes. Además, el sexo es, para todos, más o menos lo mismo. Fue un camino difícil y el trabajo era cómo expresar eso con la palabra. En el acto de la escritura, cuando estás frente al "compu", básicamente estás en una búsqueda estética. Me desafiaba a no quedarme corta en el texto y expresar en la palabras todo para que fluyera con el resto.
Sin pudor
"Esta novela no me produce ningún pudor, porque yo puedo separarme entre lo que escribo y lo que soy. Si los demás no lo pueden separar, problema de ellos. La novela está allí, yo estoy acá, somos entidades independientes", explica Guelfenbein sobre esta apertura literaria al deseo carnal.
-Para las nuevas generaciones los amores clandestinos son algo normal, viven la sexualidad de manera totalmente diferente.
-La novela evidentemente responde a un grupo diferente de edad. Ese otro grupo etario (al que te refieres) está explorando otras formas de amor, como el poliamor y todas las variantes que van apareciendo.
-Ahí hay poco romance…
-Tienen normas. No está ese ingrediente de dejarse ir. Sin duda el amor es transgresión. El amor sadomasoquista, por ejemplo, no encuentro que sea una transgresión, no está poniendo en juego nada. No estás poniendo en juego tu corazón.
-Es como jugar fútbol. Hay reglas.
-Claro, hay ciertos márgenes. Entonces a mí no me parece que sea un riesgo existencial, porque es ahí donde está el verdadero amor. Lo otro son fórmulas para protegerse, no verse avasallado, crear suficientes barreras que limiten hasta dónde llegarás con tus emociones, por muy revolucionario que parezca, me resultan fórmulas bastante conservadoras.
FEMINISMO
- ¿Cómo te ubicas desde el feminismo para hablar del amor romántico?
-Yo empecé a escribir hace 20 años y hasta hace unos cinco, la literatura de mujeres era considerada una literatura menor. Hoy somos muchas las escritoras y llegan estas generaciones jóvenes que vienen con un feminismo mucho más combativo, que están revirtiendo esta creencia. Las mujeres escritoras chilenas nos reunimos el 8 de marzo de 2018 en Auch! (Un colectivo feminista de mujeres diversas relacionadas con el mundo del libro). Había unas compañeras que llevaban una pancarta grande que decía, "cuestiona tu canon", eso lo dice todo. Es decir, estamos todas atrapadas en un canon (el conjunto de obras que lee una generación) en el que no entramos como mujeres. Nosotras hacemos literatura universal, no hacemos literatura con ningún tipo de sesgo. Nosotras estamos dando cuenta del mundo. Creo que las cosas han cambiado muchísimo. Hoy día diría que no es que yo escriba para mujeres, pero sí me interesa el mundo femenino. Ése es el mundo que exploro: un mundo íntimo, desde la perspectiva de una mujer.
-Tengo la impresión de que una parte del feminismo no le tiene un gran cariño al concepto del amor romántico.
-Aquí nadie se puede apropiar del feminismo. El feminismo tiene que ver con nuestro género, con la posición que las mujeres han ocupado a lo largo de la historia.
- El amor romántico, históricamente, ha tenido a la mujer como objeto del deseo. En tu libro, S, la escritora y personaje principal, lo afronta desde la intelectualidad.
-Eso es lo que intenta y de alguna manera lo que se postula en la novela es que el amor es inútil. El amor romántico es como un tsunami. No puedes detenerlo.
guelfenbein Estudió biología en la U. de Essex y diseño en St Martin's School of Art.
Por Franco Fasola
lorena palavecino
"Esta novela no me produce ningún pudor, porque yo puedo separarme entre lo que escribo y lo que soy. Si los demás no lo separan, problema de ellos".