Preocupación por delincuencia
Por una parte, se aprecia una mayor violencia en los delitos, y por otra, la participación de menores de edad. Los problemas de delincuencia son los que más preocupan a la población, porque dejan una sensación de inseguridad que afecta a todos.
La reciente encuesta CEP consignó que los temas de delincuencia, asaltos y robos fueron mencionados por los entrevistados como los tres problemas primordiales que debería abordar con mayor dedicación y esfuerzo el Gobierno. El 50% de las personas los mencionaron en los tres primeros lugares. En diciembre de 2019, el 26% apuntaba a esas alternativas mientras en agosto de 2021 concentraban el 42% de las respuestas. Las menciones de 50% de los problemas de delincuencia superan por lejos a las alternativas de abordar las pensiones (33%), una mejor salud (33%) y una mejor educación (28%).
Los problemas de delincuencia son los que más preocupan a la población, porque dejan una sensación de inseguridad que ya no se da solo en los tradicionales barrios peligrosos, sino en todas las comunas e incluso llega a sectores céntricos. Asimismo, es preocupante que hay comunas donde en los últimos años se han concentrado estas acciones de mayor connotación, algunos de ellos catalogados como ajustes de cuentas.
La comunidad tiene conciencia de todo el esfuerzo que realizan las policías, pero también es legítimo que la gente se exprese para requerir la ayuda cuando ven que los delitos comienzan a mostrar un aumento desmedido, sobre todo en niveles de violencia. Sus quejas deben ser tomadas en cuenta, porque la prevención es muy importante para atacar el problema.
Si se realiza un seguimiento de las informaciones sobre delitos graves que se publican en los medios de comunicación, se llega a la conclusión de que la mayoría de estos son cometidos por reincidentes y sujetos que habían pasado por los tribunales pero fueron dejados en libertad. Por una parte, se aprecia una mayor violencia en los delitos, y por otra, la participación de menores de edad, que saben que resultarán inimputables o tendrán bajas penas, amparados en leyes que los protegen. La inquietud pública ante la delincuencia se acrecienta cuando quienes delinquen son niños o adolescentes que quedaron al margen de sus familias, de la escuela y del Estado. Por el contrario, hay mayores probabilidades de que estos jóvenes reincidan y con creciente violencia.