Con contraataques cada vez más precisos y frecuentes tras la llegada de armamento occidental, Ucrania confía en defender sus posiciones en el este, mientras Rusia amenazó con la llegada del "juicio final" si Kiev opta por atacar Crimea.
Durante el fin de semana, fuentes militares ucranianas revelaron que esperan próximamente recibir dos baterías de sistemas de defensa antiaérea NASAMS, para cuyo manejo los militares ucranianos ya están siendo entrenados.
Los NASAMS son sistemas antiaéreos fabricados en Noruega con capacidad para alcanzar objetivos en un radio de 25 kilómetros.
Ucrania también recibe de sus socios occidentales los sistemas estadounidenses HIMARS y los británicos M270.
Precisamente los sistemas de misiles HIMARS, según el ministro de Defensa, Oleksiy Reznikov, permitieron cambiar el curso de los combates a favor de Kiev.
Además, para finales de 2022, Kiev espera la llegada de modernos sistemas antiaéreos alemanes IRIS-T.
Advierten por crimea
Pero ninguno de estos equipos puede ser utilizado contra la zona de Crimea, anexionada por Moscú en 2014, advirtió ayer Rusia.
"Las consecuencias (del eventual ataque a la península) son obvias. Si pasa algo parecido, para todos ellos enseguida llegará el día del juicio final. Será muy rápido y muy duro", dijo el expresidente ruso Dmitri Medvédev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad del país.
En un discurso, que recogió la agencia RIA Nóvosti, Medvédev aseguró que los objetivos de la campaña militar rusa, iniciada en febrero pasado, "serán cumplidos".
"Pueden estar seguros de que los objetivos de esta operación se cumplirán. Están relacionados con la eliminación (...) de las amenazas existentes para nuestro país", explicó el dirigente.
El senador ruso Andréi Klishas "abogó" previamente por la "desmilitarización" y la "desnazificación" de toda Ucrania por amenazas de las autoridades de atacar Crimea.
"Las amenazas (...) de atacar Crimea o el puerto de Crimea prueban que hay que desnazificar y desmilitarizar toda Ucrania, porque de lo contrario siempre habrá una amenaza a nuestro territorio, nuestros ciudadanos y nuestra infraestructura", escribió Klishas en Telegram.
Fuentes del Ministerio de Defensa de Ucrania no descartaron previamente la posibilidad de usar los HIMARS, que Kiev comenzó a recibir en junio, para atacar objetivos militares en Crimea.
Pueden ser golpeados, en particular, los lugares de emplazamiento de los misiles rusos Kalibr, que a menudo son disparados desde la península, según aseguran los militares ucranianos.
Combates en donetsk
El ejército ucraniano aseguró ayer domingo que aún mantiene bajo control dos aldeas ubicadas en la región oriental de Lugansk, que los rusos afirman haber tomado por completo, según informó el jefe de la Administración Militar Regional, Serhiy Gaidai.
"Esta (situación) es exactamente lo que está volviendo locos a los rusos, ya que recibieron la orden de llegar hasta las fronteras administrativas de la región de Lugansk", dijo Gaidai.
Simultáneamente, continúan los combates en la vecina región de Donetsk, donde la intensidad de las hostilidades aumentó gradualmente en los últimos días, según Kiev y las milicias prorrusas, que vinculan el incremento de los bombardeos sobre la capital de la región con la llegada de armas occidentales a Ucrania.
Según el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, las tropas del país lograron rechazar las acciones de asalto del enemigo cerca de Ivano-Darivka, así como el intento de Rusia de avanzar hacia Verkhniokamianka en dirección a Sloviansk, un enclave estratégico en Donetsk.
Según el Ministerio de Defensa de Ucrania, las tropas rusas lanzaron 22 ataques con misiles no guiados y MLRS sobre la región de Donetsk, que dejaron civiles muertos y heridos y 49 edificios destruidos.
22 misiles no guiados lanzaron las tropas rusas en la región de Donetsk, según reportes de Ucrania.
2 aldeas ubicadas en la región de Lugansk se mantendrían bajo control ucraniano, pese a versión de Rusia.