Agencias

Luego de que la Fiscalía pidiera este lunes una condena de 12 años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos de por vida en su contra, en el juicio por presuntas irregularidades en la adjudicación de obras públicas cuando era mandataria, la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, presentó ayer su defensa a través de sus redes sociales.

"Este no es un juicio a Cristina Fernández, este es un juicio al peronismo, a los gobiernos nacionales y populares", dijo tras lamentar la "persecución política y mediática" en su contra, en un discurso en vivo desde su despacho en el Senado, del que es presidenta, y luego de que la Justicia rechazara su pedido de ampliar su declaración indagatoria en esta etapa del juicio.

Cristina Fernández está acusada por los presuntos delitos de asociación ilícita y administración fraudulenta de fondos públicos, debido a supuestas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez durante su mandato y el de su marido, el fallecido Néstor Kirchner (2003-2007).

"La sentencia ya estaba escrita", recordó Fernández, algo que ya había dicho en la declaración indagatoria que realizó en 2019, ocho días antes de asumir su actual cargo.

"Los fiscales pudieron leer su guion durante nueve jornadas. Me hubiera gustado hablar frente al tribunal", dijo ayer Fernández, para luego quejarse de que no le hayan permitido transmitir ni televisar su declaración en 2019 y también la de ahora.

Acompañada por los cánticos de centenares de seguidores que se reunieron a las puertas del Congreso, la exmandataria relató de forma cronológica los pormenores de una investigación -conocida como 'Causa Vialidad'- que en su opinión es una "feroz campaña política y mediática" en su contra,, basada en supuestos sobreprecios en torno a la construcción de "rutas inexistentes" en la provincia de Santa Cruz, cuna política del kirchnerismo.

Junto con la cárcel y la inhabilitación para cargos públicos, la Fiscalía propuso decomisar bienes de los acusados en este juicio por unos 36,4 millones de dólares.

Medios de comunicación

Durante su alocución, la vicepresidenta argumentó que no existen pruebas en su contra y que ninguno de los citados a declarar durante el juicio apoyó con su testimonio la versión de los fiscales, a quienes culpó de adoptar el "guion" de los medios de comunicación afines a la actual oposición política.

Asimismo, Fernández lanzó sus dardos contra su sucesor en el cargo, el liberal Mauricio Macri, y contra el político opositor Fabián "Pepín" Rodríguez Simón, que lleva casi dos años prófugo, al señalarlos como responsables de construir un entramado judicial dedicado a perseguir a los funcionarios de los gobiernos kirchneristas.

"Finalmente, afloró un sistema judicial totalmente compenetrado con los servicios de inteligencia y obviamente dirigido, direccionado y creado desde la propia Casa Rosada a través de Mauricio Macri", aseguró la vicepresidenta.

Sobre Rodríguez Simón, dijo que "es el único dirigente político prófugo y no es peronista. Ninguno de nosotros se profugó cuando nos persiguieron".

Tras finalizar su discurso, de una hora y media, Fernández se asomó al balcón del Congreso para saludar a sus partidarios

La vicepresidenta ha sorteado las prisiones preventivas dictadas en su contra en diversas causas, de las cuales en varias fue sobreseída, gracias a los fueros que la protegen, y siempre ha defendido su inocencia y ha asegurado ser blanco de una persecución política.

La misma tesis sostuvo ayer la expresidenta brasileña Dilma Rousseff: "Se trata de pura persecución política y mediática. Es el método que la extrema derecha adoptó en el continente para aislar líderes que viven en el corazón del pueblo. Hasta hoy, tantos años después, ningún tribunal consideró válida ninguna acusación contra Cristina".