El poder de la televisión
LDesde hace ya bastantes años se escucha en reiteradas oportunidades a personas, de diferentes industrias afirmar con propiedad que la televisión ya no se ve, que ha envejecido, que está obsoleta.
Pero, cómo se puede explicar el fenómeno que se está viendo en los programas de la mañana, donde por varios minutos se les permiten a emprendimientos mostrar en pantalla sus negocios y entregar perfiles de redes sociales. Se puede ver in situ, sin ninguna edición, cómo van creciendo los seguidores en un par de minutos, pasando a tener cuatro, cinco o diez veces más seguidores que los que tenían al empezar y que muchas veces son sobre los 10.000.
Al ver este tipo de situaciones, cómo se explica cuando las personas hablan de una televisión obsoleta. Sé que los seguidores no son venta, pero si le entrega a ese negocio una mayor visibilidad en redes sociales, la oportunidad de impactar a más personas y a futuro un crecimiento de ese negocio. Esto es sólo un ejemplo, para demostrar que, si bien no se tienen los números y peaks de décadas pasadas, la televisión sigue siendo el medio de comunicación más masivo, robusto y popular.
Sí tiene desafíos, requiere modernizarse y adaptarse a los tiempos que vendrán, pero su impacto en las personas no debe ponerse en duda.
Carolina Flores, Country Leader Chile de Kantar IBOPE Media
Espera
¿Qué están esperando Impuestos Internos y la Fiscalía Nacional? ¿Que Llaitul ponga una planta de celulosa?
José Luis Hernández Vidal
Vandalismo en el espacio público
El atentado grafitero en una cúpula del Museo de Bellas Artes, en Santiago, y ahora la destrucción de un brazo de la escultura de madera del futbolista Benjamín (Ben) Brereton, en Penco, revelan la desafección de unos pocos sobre el patrimonio social; es decir, aquello que heredamos, nos identifica y une en los espacios públicos. El primero, una expresión hedonista vandálica y el segundo, destrucción sin sentido.
A contrario sensu, cultores del grafiti y del muralismo aportan a la estética de barrios capitalinos como en Franklin, Brasil, Yungay, Bandera, Bellavista, Lastarria o San Miguel. Suman a la estética urbana exposiciones abiertas en Valparaíso, en la escalera Fischer y pasaje Gálvez; la escalera de piano y el arte callejero camino a La Sebastiana. Otros centros urbanos, como la hermosa ciudad de Valdivia, también regalan belleza callejera en los murales del acordeonista de calle Errázuriz, el mural del Cesfam de Las Ánimas, el de la ex Chunga Chacotera en calle O´Higgins y el del terremoto frente al teatro Cervantes.
En esta acotada mirada aparecen decenas de espacios de comunicación, cultura y arte que se replican en todo Chile, donde se habla de "un nosotros", de una identidad. Un san miguelino me recordó, con orgullo, el museo a cielo abierto, donde los vecinos cuidan los murales que visten los edificios de un conjunto habitacional y han convertido ese espacio en un ícono y un ejemplo a seguir.
El espacio público, en sí mismo, es esencial para la vida cotidiana y el ejercicio democrático de una sociedad. Sin embargo, cuando se vandalizan sitios o representaciones simbólicas de una comunidad, se niega el sentido de pertenencia y de "un nosotros". Por eso lo ocurrido en el Museo de Bellas Artes y el destrozo de una parte de la estatua de Ben Brereton, constituyen hechos indeseados que violentan el alma de nuestra identidad.
José Miguel Infante, director Periodismo, UCEN
Lo que necesitan las pymes
Es innegable el desafiante momento que vivimos en materia económica, pero es precisamente en estos momentos cuando se vuelve imperativo que se tomen medidas para activar al mundo emprendedor, que tan mal lo ha pasado en los últimos años.
Es por eso que creo que es tremendamente relevante y oportuno el anuncio realizado por el Ejecutivo esta semana, adelantando que presentará una agenda de productividad durante este segundo semestre y anunciando también la formación de una mesa público-privada que buscará fomentar la inversión y aumentar la productividad en el país, esto junto a iniciativas que potencien las pymes y ayuden a la formalización de estas.
Una agenda de productividad ejecutada correctamente podría destrabar varios de los dolores que hoy enfrenta el mundo emprendedor, como la digitalización de procesos, incrementar las eficiencias en el Estado y fomentar medidas que permitan desestresar la cadena logística, entre tantas otras.
Esperamos que el mundo político le otorgue la seriedad y urgencia que corresponde a este tema, para que podamos ver un impacto positivo no sólo en el emprendimiento, sino que en todo el país.
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Alfredo Grez Kaulen, presidente de la corporación G100