Enseñanza de la historia
La enseñanza de la Historia debe promover las competencias y actitudes que permitan el desarrollo del pensamiento crítico, para fortalecer la participación democrática de los sujetos históricos, como seres conscientes de los derechos y los deberes que implica vivir en la sociedad actual, cosmopolita y globalizada. Esta situación es de vital importancia para el desarrollo político de un país, sobre todo, en estos los momentos cruciales que vive el nuestro, cuando se deben considerar las implicancias de la formación de una ciudadanía democrática que promueva valores como la tolerancia, el diálogo y la participación. Por ello, desde la escuela debemos promover una educación que responda a un enfoque maximalista de la ciudadanía, a partir de conceptos, procedimientos y actitudes necesarios para que los futuros ciudadanos puedan formar parte de la sociedad actual y respondan significativamente a los requerimientos de la institucionalidad democrática.
En este sentido, desde el currículum escolar de la asignatura de Historia, Geografía y Ciencias Sociales, se ha establecido potenciar en las y los estudiantes conocimientos, habilidades y disposiciones que les permitan estructurar una comprensión de su entorno social y de su presente, que les orienten a actuar crítica y responsablemente en la sociedad, considerando los principios de solidaridad, el cuidado del medio ambiente, el pluralismo, la valoración de la Democracia y el respeto de la identidad nacional (Mineduc, 2013). Por lo anterior, se espera que comprendan las experiencias sociales y culturales distintas como una forma de enriquecimiento personal y colectivo, sintiéndose y construyéndose como sujetos históricos.
Por tanto, debemos valorar las oportunidades didácticas que nos ofrece la vinculación de la formación democrática de la ciudadanía con la enseñanza de la Historia, ya que muchos de sus conceptos, principios y valores son parte de los procesos históricos que se aprenden en las aulas, por tanto, como profesores debemos enfocar la enseñanza y el aprendizaje de las y los estudiantes en la comprensión de los problemas de la realidad y en el análisis de cómo se ha construido la sociedad actual, utilizando el contexto actual y la experiencia del plebiscito, para fortalecer desde la escuela una ciudadanía responsable, participativa y democrática, consciente de los compromisos de los procesos políticos y sociales de los que forman parte.
Dra. Gabriela Vásquez Leyton, UNAB
San aguinaldo
Las fiestas patrias es una de las celebraciones más importantes que se realizan en Chile. Todos y todas esperan con ansias la llegada de los feriados de septiembre para descansar y celebrar con panoramas al aire libre, viajes interregionales, cenas familiares, etc. Esto trae consigo un sinfín de gastos adicionales y en el escenario actual, con una tasa de inflación que no da tregua, tratar de ahorrar cada peso es fundamental. En esta línea, el ansiado Aguinaldo por fiesta patrias aparece como un salvavidas para muchos colaboradores.
Según un estudio de Chiledeudas.cl, 70% de las empresas en Chile otorgarían el aguinaldo, un 40% de los trabajadores encuestados manifestó que utilizarían el dinero para pagar deudas, 45% de los encuestados lo usaría en un asado, 10% lo tendrá como parte de su sueldo mensual para comprar insumos básicos y sólo un 5% lo ahorrará.
Si bien para las empresas del sector privado no es una obligación otorgar aguinaldo a sus colaboradores, esto hay que verlo como una inversión, una herramienta motivacional a futuro, sobre todo para las organizaciones que cuentan con el flujo para hacerlo. Es importante brindar incentivos para que la gente se sienta más satisfecha y, en consecuencia, su productividad sea positiva.
Debemos ser flexibles y apuntar a tener una mirada más abierta, el aguinaldo o compensación extra, ya sea económica, gift card, canasta familiar o de otro tipo independiente de cuál sea su valor, podría generar una motivación entre los colaboradores que sin duda se manifestará en gran medida dentro de la organización. Es por esto que este aguinaldo debe enmarcarse en un ecosistema de acciones virtuosas en pro del clima laboral y la retención de talentos.
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Federico Gelblung - Customer Success Team, VISMA Latam
Vida universitaria y salud mental
La crisis de salud mental que enfrenta la comunidad educativa ha alcanzado tal magnitud que el propio Ministerio de Educación ha instalado una mesa de trabajo para abordarla. Es un paso necesario.
La pandemia convirtió la brecha digital en una fuente de angustia no anticipada.
El impacto en la educación superior ha sido enorme. Somos testigos del aumento en la deserción universitaria por motivos económicos, y cada vez más, de salud mental. La ansiedad, la depresión y los problemas del sueño han sido algunos de los diagnósticos médicos más comunes, junto a graves problemas en sociabilización y capacidad de aprendizaje.
El desafío es enorme. Por un lado, aprovechar y multiplicar las oportunidades de esta digitalización acelerada, pero al mismo tiempo, y en el caso de la educación superior, proteger el núcleo de la "vida universitaria" con la vuelta a la presencialidad, aquella que permite el desarrollo integral de la autonomía de los jóvenes.
Todos quienes tenemos responsabilidades en la educación chilena, debemos aunar esfuerzos para enfrentar esta realidad.
Cecilia Echeverría Jaque, vicerrectora Académica de la Universidad del Alba