"Si repetimos la misma fórmula rechazada, no se ha aprendido nada"
El legislador detalla los "bordes" que él estima debiera tener el proceso constituyente, entre los que menciona la separación de poderes del Estado, la autonomía al Poder Judicial, el derecho de propiedad y el derecho a la vida.
Aunque se ha dado por hecho, Matías Walker dice que aún no ha tomado la decisión de irse de su partido de toda la vida, la Democracia Cristiana. El senador, electo en la Cámara Alta luego de 12 años como diputado por la región de Coquimbo, se ha transformado junto a Ximena Rincón en una voz disidente respecto de varios temas en la colectividad. Cuando la directiva y la Junta Nacional decidieron alinearse tras el Apruebo, él dijo que iría por el Rechazo.
Luego, estuvo por un día en una mesa paralela a la que está discutiendo el mecanismo y los "bordes" del nuevo proceso constituyente, y hoy sigue proponiendo una forma distinta a la que el oficialismo está empujando.
-¿Se va o no de la DC?
-No hemos tomado una decisión definitiva. Estamos en un proceso de reflexión y deliberación colectiva, con mucha conversación. No solo con parlamentarios del partido, sino que con alcaldes, concejales, dirigentes sociales... Por lo tanto, es una cuestión que todavía no está decidida.
-Han sido públicas sus diferencias con el partido, con su directiva. Hace poco se fue Claudio Orrego y ahora usted lo está pensando. ¿Qué le ha pasado a la DC?
-Lo que pasa es muy simple. Nosotros con Ximena Rincón, con Iván Flores, con diputados del partido, logramos sintonizar con una gran mayoría ciudadana que optó por el Rechazo, a diferencia de lo que ocurrió con la directiva de nuestro partido. Finalmente, ellos optaron por un camino distinto, por sumarse al Apruebo. En cambio, la gran mayoría del electorado de la DC estuvo por el Rechazo. Por lo tanto, a nuestro juicio ha faltado hacer ese proceso de reflexión de por qué se tomó un decisión así y no se escuchó a la mayoría de nuestros militantes. Si se hubiera escuchado a los militantes del partido, yo creo que evidentemente la opción del partido habría sido por el Rechazo. Lo veíamos a lo largo del país y, bueno, no ocurrió así y creo que debió hacerse ese proceso de reflexión.
-Aunque no está en la mesa en que se está discutiendo la estructura del nuevo proceso constituyente, ¿cuál es el mecanismo que en lo personal le parece correcto?
-Para mí el mejor mecanismo es uno mixto, que considere por una parte un anteproyecto que pueda elaborar una comisión de expertos y expertas que pueda ser representativo de la diversidad de fuerzas políticas e independientes que existen en el Congreso Nacional. Y, por otra parte, una convención acotada de no más de 50 representantes, con paridad y que pueda aprobar las normas de la nueva Constitución sobre la base de la propuesta que haga esta comisión de expertos. Creo que ese sería el mejor mecanismo, que se ajusta a lo que está pidiendo la ciudadanía. Pero hay que ver, yo estoy excluido de esas reuniones bilaterales, pero sí me toca participar como presidente de la comisión de Constitución del Senado en espacios más amplios, que son las reuniones de los jueves en el Congreso y que ahora se postergó para el lunes. Ahí vamos a seguir haciendo presente esta propuesta que se diferencia de la que hizo el oficialismo, porque creo que ésta comete el error de pretender replicar algo muy parecido a la convención que fracasó en su propósito. Lo que ha planteado el oficialismo de una convención de 125 representantes más nueve escaños reservados creo que se parece mucho a la Convención que fracasó. No es un buena idea.
-Hay voces que critican ese número tan acotado porque, argumentan, le quita representación a las regiones.
-Por el contrario, si uno ve por ejemplo la representación que tiene el Senado, somos 50 senadores y están debidamente representadas todas las regiones. Por ejemplo, la de Coquimbo, tiene tres representantes que incluso tienen más en proporción de lo que es la cantidad población de la Región Metropolitana o Quinta, que tienen cinco. ¿Por qué creo que es bueno que sea una convención más acotada? Porque creo que de esa manera hay más posibilidades de lograr acuerdos y no repetir los escándalos de lo que fue la Convención.
-¿Cuáles son, a su juicio, los "bordes" que no se pueden superar?
-Yo creo que se ha avanzado bien en los 12 principios que hasta el momento se han trabajado para efecto de los cuales yo veo que hay bastante acuerdo, por ejemplo, el respeto al principio de separación de los poderes del Estado, el respeto de la autonomía al Poder Judicial, el derecho de propiedad, el derecho a la vida, el Estado unitario… Me parece que son todos principios que van en la dirección correcta y que alejan el peligro de una tesis refundacional que yo creo que es la garantía que hay que darle a la gente. Si repetimos la misma fórmula con el mismo contenido que fue rechazado quiere decir que no se ha aprendido nada.
-¿Y quién debiera ser el árbitro?
-Yo pensaba en un principio que podía ser la Corte Suprema, el Pleno como máximo tribunal del país. Pero, también podrían ser, por ejemplo, las comisiones de Constitución del Senado y la Cámara, que son las especializadas y donde hoy está radicado el Poder Constituyente. Esa podría, perfectamente, ser una alternativa.
-¿Cómo evalúa la actuación del Gobierno en sus casi ocho meses de gestión?
-El Gobierno asumió con muchas expectativas, pero se dio cuenta de la complejidad que significa gobernar. Este ha sido un gobierno que nunca tuvo dentro de sus prioridades la seguridad ciudadana y la reactivación de la economía. Y, bueno, finalmente se ha encontrado que una realidad mucho más compleja.
-Las últimas encuestas muestran que sigue bajando la aprobación del Gobierno. Usted en una oportunidad dijo que debían guardar el Programa de Gobierno en el cajón. ¿Todavía lo piensa?
-Yo creo que, efectivamente, acá lo que hay que entender es que el programa de la primera vuelta obtuvo un 25% de adhesión ciudadana. La candidatura de Boric en segunda vuelta obtuvo un 54%, pero donde confluyeron todas las otras candidaturas y las fuerzas de centro izquierda. Por lo tanto, creo que en definitiva al Gobierno le faltó leer mejor lo que fue ese diferencial de votos entre la primera y la segunda vuelta. Y yo creo que el gran error del Gobierno fue habérsela jugado como se la jugó por la aprobación de la propuesta de la Convención. Creo que el Presidente se expuso a una derrota innecesariamente. Se lo dijimos muchas veces, que se dedicara a gobernar, a resolver los problemas de seguridad ciudadana, a reactivar la economía y, bueno, finalmente el Gobierno cosechó lo que sembró con el rechazo de la propuesta de la Convención. Creo que, particularmente, el ministro (Giorgio) Jackson debió jugar un rol más articulador, de jugársela por una propuesta que tuviera una mayor adhesión ciudadana. Pero bueno, optaron por una Constitución que siempre dividió en su propuesta a la ciudadanía.
-¿Ha cambiado algo desde que están Carolina Tohá y Ana Lya Uriarte en el Gabinete?
-Yo creo que hay una valoración mayor de la importancia de la seguridad ciudadana a la fuerza de los hechos. Pero, el Gobierno perdió muchos meses preocupado de lo que ocurriera en la Convención, con la nueva Constitución, y no le prestó suficiente alerta a las señales que se estaban dando respecto de la seguridad ciudadana. El debilitamiento de la economía, la crisis de las empresas constructoras, con los consiguientes problemas en el empleo, la falta de ejecución de inversión en obras públicas. Y lo vemos en regiones, lo importante que es que se pueda dar un impulso a las obras públicas para reactivar la inversión y el empleo. Y eso es una situación que es muy compleja. Nosotros con la senadora Rincón nos reunimos con el presidente de la República en abril, como jefe de la bancada de senadores de la DC, y le propusimos crear un gran acuerdo nacional por la seguridad ciudadana. Y creo que el Presidente desaprovechó la oportunidad el 1 de junio de poder convocar a esa mesa nacional. Lo que le sugerimos no lo hizo y creo que los resultados están a la vista.
-¿Cree posible que pueda reestructurarse un bloque que pueda ser similar a la exConcertación?
-Sí, sin duda ha habido una revalorización de los 30 años, de lo que fue la gestión de los gobiernos de centroizquierda y que fueron garantía de crecimiento económico, seguridad ciudadana, de una inflación controlada, de la desaparición de la pobreza. Y eso, es lo que la ciudadanía de alguna manera ha valorado con el tiempo, que es la estabilidad.
"Si se hubiera escuchado a los militantes del partido, yo creo que evidentemente la opción del partido habría sido por el Rechazo. Lo veíamos a lo largo del país y, bueno, no ocurrió así y creo que debió hacerse ese proceso de reflexión".