Por muchos problemas atraviesa el sector construcción, entre otros, las alzas de costos, retrasos en los pagos de las obras ejecutadas, cambios normativos y legislativos, los que explican el creciente número de empresas en quiebra durante este año, y que los proyectos, tanto de viviendas como de obras públicas, por estos motivos, no puedan llegar a sus destinatarios, así también se enfrenta la consiguiente pérdida de empleos en el sector.
Como si estos problemas fueran pocos, en Ñuble, los resultados del último llamado, publicados el día 9 de noviembre, correspondiente a la postulación de proyectos de integración social DS 19, fueron nefastos, siendo rechazados 5 proyectos de Chillán y Chillán Viejo con un total de 942 viviendas, habiéndose aprobado la escuálida cifra de 2 proyectos con un total de 228 viviendas, de esta manera, el porcentaje de aprobación no llega al 20%. Con esto se perjudica a muchas familias de Ñuble que seguirán esperando por sus viviendas. Los resultados obtenidos en otras regiones y a nivel país son radicalmente diferentes, por ejemplo, la Región del Maule tiene 2.200 viviendas aprobadas, en la región de O'Higgins se ganaron 3.000 viviendas, el promedio de aprobaciones a nivel nacional es del 62%. Esta situación ya se había sufrido en Ñuble en llamados anteriores, como ocurrió en 2021 cuando se rechazaron 1.745 viviendas.
No se entienden estos lamentables resultados que se traducen en una carencia futura de viviendas, no se entiende porque la oferta de viviendas a nivel nacional se ha estandarizado, y un proyecto en Chillán es igual a otro de cualquier región, ya que la política habitacional es una sola en el país. Aquí han jugado en contra la falta de profesionales en el sector público para las revisiones debido a que aún no nos hemos terminado de instalar como región, y ahora hay que sumar los extraños criterios de selección para estos proyectos, que están privando de viviendas y a otras familias de empleos, a muchos chillanejos.
El sector privado hace todo su esfuerzo en inversión de recursos buscando aprobar estos proyectos, pero se estrella contra la pared, resultando damnificadas empresas, familias y el empleo sectorial, mientras estos criterios no cambien y nuestras autoridades no rectifiquen seguiremos siendo la segunda región más pobre del país.
Razonablemente nos hacemos la pregunta: Ministro, ¿para qué está el Plan de Emergencia Habitacional en Ñuble?
Ricardo Salman Aburdene, presidente de la CChC Chillán