Viridiana Carrillo: "Prefiero construir mundos pequeños"
Esta autora mexicana vive y trabaja en Chile, y acaba de publicar los cuentos "Silencio cerca de una pirámide antigua", que pueden situarse tanto en Latinoamérica como en cualquier lugar del globo.
En marzo del año pasado la escritora mexicana Viridiana Carrillo (1984) llegó a vivir a Chile por segunda vez. Traía bajo el brazo "Antes del juego" (Nitro/Press, 2020), su primer libro de cuentos. Ahora con "Silencio cerca de una pirámide antigua" (Narrativa Punto Aparte), publica nueve historias más en las que indaga los vericuetos de la intimidad, la memoria y la infancia.
Estos cuentos de la Licenciada en Lengua y Literatura de la Universidad Autónoma de Sinaloa -que trabaja en redacción publicitaria en Santiago de Chile- podrían situarse en cualquier parte de Latinoamérica, aún cuando se percibe lo mexicano.
"Soy una persona que no puede escribir de una experiencia en el momento y lugar en que ocurre. Tengo que ver los hechos con la perspectiva de la lejanía", comienza la escritora para seguir con esta paradoja: "Fíjate que a un amigo al que le presenté mi primer libro, no lo consideró muy mexicano, porque escribía mucho del campo. Él sentía que eran cuentos pensados cuando estuve acá por primera vez en Chile. Me dijo 'quizá cuando vuelvas a Chile escribirás algo que tenga que ver con México'".
La escritora descarta cualquier escenario en sus relatos: "Yo creo que ninguno de los cuentos se menciona una región que puedas identificar plenamente. Para no limitarme, hago una mezcla de las geografías imaginarias que pueden ser cualquier parte. A los personajes les ocurren cosas que les pasan a todos en todo el mundo".
"La literatura tendrá muchos espacios geográficos, pero las personas son personas. Se ama igual en China, se odia igual que en Turquía, por eso leemos novelistas rusos o japoneses. Tampoco hay un tiempo, por eso leemos El Quijote o los poemas de Sor Juana Inés de la Cruz. Tiene que ver más con lo humano que con algo espacio-temporal", remata.
La niñez y la ficción
Los cuentos de Viridiana Carrillo ofrecen una intimidad revelada. Así comienza "Silencio cerca de una pirámide antigua": "Vivíamos en la casa de la abuela, tan enferma de sus piernas que apenas se movía de la cama; yo pegaba el sillón doble a una orilla de su colchón y ahí pasábamos la noche viendo películas en el canal 9".
Ella destaca que se siente más cómoda "tratando de relatar lo pequeñito, lo que sucede en lo cotidiano. Mis personajes en todos los cuentos son muy pocos. No son más de 3, así presto más atención a lo que pasa. Tengo que enfocarme. Me gusta observar, escuchar, y eso se logra en la intimidad", afirma la escritora.
"Prefiero construir mundos pequeños, porque los puedo ver mejor. En los universos muy grandes me pierdo. Mi niñez la viví al interior de la casa, en un círculo familiar muy reducido y hermético", cuenta Viridiana Carrillo.
La infancia es un factor que se repite en los cuentos: "Me gustan los niños, porque no tienen miedo a hacer el ridículo, a ser chistosos, a decir lo que sea. Cuando uno es más grande se pone trabas, toma compostura", comenta.
Respecto a la memoria sensible que contienen sus cuentos, recuerda haber escuchado a una historiadora decir que "la memoria es lo más impredecible". "Esa idea me gusta, porque uno la puede modificar", acota.
Nos explica su proceso creativo: "Yo tomo algo de mí, algo de lo que me contaron, y por supuesto algo de lo que estoy inventado. De repente estás seguro de algo que lo leíste o te pasó, pero lo viste en una película. Esta forma que tiene de ficcionalizarse la memoria me gusta. Como dice Borges, 'somos mentira, pero también somos mucha ficción'. Escribo recordando y luego lo que se me ocurra. Si veo que no me funciona, lo puedo cambiar mil veces. No le soy fiel a nada en la literatura".
La escritora refiere en varios cuentos también el mar, lo que corresponde a su experiencia mexicana.
"Yo vivía en el noroeste de México, ahí tenemos mucho mar, el Pacífico. Viví en Culiacán, con una bahía a 40 minutos. También viví tres años en Acapulco, y todos los días iba a la playa. El mar me gusta, por supuesto también me da miedo. No soy muy buena nadadora, siempre voy con alguien que me indique cómo tomar la ola. Es una relación de miedo y atracción. Era parte de mí, parte de lo cotidiano", relata al hacer memoria de las olas.
Influencia clave
Rosario Castellanos (1925-1974) es una de las grandes escritoras latinoamericanas del siglo XX. "Silencio cerca de una pirámide antigua" repite epígrafes de su poesía, las que Viridiana Carrillo señala como "guía" en los agradecimientos.
"Dentro de los pocos libros que me traje de México está 'Poesía no eres tú', de Rosario Castellanos. Antes de ser un escritor, uno es un lector. Cuando me canso de leer narrativa, siempre estoy leyendo poesía. Sentí que tenía un pequeño hilo; siempre en las colecciones de cuentos procuran que tengan algo que ver entre sí, yo no entiendo por qué, si son cuentos. Para no andar tan perdida, leía un poema y extraía un verso que a mí me gustaba", relata.
"En Letras nos enseñaban que el epígrafe es el umbral de la lectura. Lo que quiero decir es lo que ella escribió, es lo que yo quisiera decir con todo lo que viene a continuación", confiesa. De hecho, el título del libro es un fragmento levemente modificado en una palabra.
Así valora la obra de Castellanos: "Es una extraordinaria narradora, una extraordinaria poeta, debería conocerse, debería ser muy leída, junto a otras escritoras mexicanas como Inés Arredondo y Elena Garró, las tres grandes figuras del siglo pasado", remata.
En los cuentos de carrillo aparece una niña, un arqueólogo y una mujer que inicia una travesía hacia una pirámide.
Silencio cerca de una pirámide antigua
Viridiana Carrillo
Narrativa Punto Aparte
$9 mil
116 páginas
Por Cristóbal Gaete
"Antes de ser un escritor, uno es un lector. Cuando me canso de leer narrativa, siempre estoy leyendo poesía".
cedida