Patrimonio inmaterial
Qué grato ha sido el último tiempo al observar que las autoridades, han tomado medidas para reparar la memoria de dos hombres vinculados estrechamente a Chillán.
Uno es Hans (Juan) Schleyer Brandt, (1840-1925), inmigrante alemán, empresario cervecero, maderero y vitivinícola y filántropo avecindado en Chillán, donde se desarrolló comercialmente y formó familia. Él quiso aportar a la ciudad, junto a los suyos, con una donación de un terreno destinado a parque. Lamentablemente, su voluntad fue contrariada por varias décadas, hasta que las autoridades actuales, reparan este año ese olvido y proyectan realizar ese parque, para lo cual ya han sido tomadas todas las medidas.
El segundo es Francisco Lagno Vera (1899-1958), descendiente por la línea paterna de inmigrante italiano, comerciante, dirigente social y deportivo, comprometido con la ciudad de Chillán donde fue un vecino destacado. Lagno, en su calidad de presidente del Consejo de Deportes, solicitó a las autoridades de entonces, usar el sitio desocupado del exTeatro Municipal de Chillán para construir allí un gimnasio techado para prácticas deportivas.
Esa vocación de servicio público, visión y tesón en esas acciones, le fue reconocida por las autoridades, hace algunos días, colocando su nombre al recinto deportivo en una ceremonia.
Estas dos acciones, de conciencia histórica y reparación de la memoria, encaminadas a la salvaguardia de un patrimonio inmaterial de la ciudad de Chillán y la región de Ñuble, merecen un aplauso de pie. Alicia Romero Silva
A la chilena
En concreto...
Llevan más de tres meses debatiendo todos los políticos tratando de ponerse de acuerdo por quienes deberían ser las personas que vuelvan a redactar el texto de la nueva Constitución, que sean expertos, que sean constituyentes como los que ya fracasaron, una mezcla de ambos y podríamos seguir.
Raya para la suma, todo lo anterior, lo difícil para ponerse de acuerdo demuestra claramente que todo el proceso anterior de la Convención Constitucional, integrada por 154 constituyentes que cumplían requisitos muy básicos para redactar la nueva Constitución, que finalmente fracasó, no fue bien preparado, bien estudiado, como corresponde, tomando todos los recaudos (los mismos que se toman hoy), toda vez que se estaba frente a una gran responsabilidad, la de redactar la nueva Constitución de Chile. Simplemente demuestra que fue hecho ¡a la chilena!, y como tal fracasó.
Nota: Si se hubiesen tenido las mismas grandes preocupaciones que hoy tienen los políticos cuando se aprobó la redacción de una nueva Constitución (noviembre-2019), de seguro, hoy estaríamos hablando de otra cosa y lo mejor de todo, nos habríamos ahorrado 68 mil millones de pesos...
¡A la chilena!
Luis Enrique Soler Milla
Niñez violentada, no "violenta"
El video de dos niños portando cuchillos para defender el puesto de su madre en el comercio ambulante, pone en evidencia nuevamente la crisis en la niñez que se ha agravado por la precariedad acentuada tras la pandemia.
A pesar de que la Convención sobre los Derechos de la Niñez (Unicef) y la nueva Ley 21.430 Sobre Garantías y Protección Integral de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia especifican que son sujetos de derecho, aún no podemos avanzar en asegurar entornos que les entreguen las bases de una calidad de vida que merecen por derecho.
Esto no debe sorprendernos, pues tal como muestra un estudio de Unicef, en nuestro país un 47% de los padres o madres considera al menos una práctica violenta como método efectivo de educación. Además, muestra que el 61,5% de las y los cuidadores encuestados que consideran efectivas las prácticas violentas en la crianza, recibieron castigos durante su infancia.
En educación la situación no mejora. La Superintendencia de Educación muestra que las denuncias por maltrato físico y psicológico aumentaron en un 60% en 2022 respecto de 2019.
Debemos tomar los datos para incursionar en varias reflexiones. Se han ejecutado múltiples reformas a favor de la niñez. Se están discutiendo planes remediales en el ámbito de la educación, sí, pero necesitamos ahondar en temas igual de urgentes: violencia, salud mental, segregación urbana y la inducción a la delincuencia requieren de soluciones públicas que impidan que las consecuencias se propaguen de forma permanente en sus vidas. Si no somos como sociedad capaces de desplegar un conjunto de medidas de urgencia contra la violencia y la vulneración bien articuladas, adecuadamente financiadas y que sean prioridad para todos los agentes públicos y privados, esta crisis que los datos muestra se convertirá en elemento permanente de nuestro paisaje.
Arturo Celedón, director Fundación Colunga