La conectividad es fundamental a la hora de expandir la actividad económica y el bienestar de las familias. En el caso del ferrocarril, desde mediados del siglo XIX, para Chile significó impulsar el desarrollo de la industria y comercio, en el norte con inversión privada para sacar los productos de la minería, y en el sur para llevar productos agrícolas a los puertos. Hoy día Ferrocarriles del Estado sólo mantiene su negocio de transporte de pasajeros.
La conectividad acerca a sus habitantes y con ello a las inversiones, tanto nacionales como extranjeras. Llegar a Chillán, ubicado a 400 km al sur de Santiago, toma más tiempo que a Temuco, ya que carecemos de un aeropuerto, deficiencia importante que debemos prontamente corregir. Ahora Ñuble como región con la mayor llegada de habitantes, turistas e inversionistas, debe mejorar su infraestructura para potenciar el crecimiento de la actividad económica de la que derivan todos los beneficios para la comunidad.
Esta semana hemos participado del viaje inaugural de ferrocarril del tramo Chillán-San Carlos, que tendrá varias frecuencias diarias, este es un gran paso que genera una buena alternativa en el transporte de pasajeros entre localidades cercanas. Tenemos que reconocer que la conurbación ya no es sólo Chillán y Chillán Viejo, se agrega junto con San Carlos, Bulnes, Coihueco y Pinto. Los servicios que presta la capital a las comunas son importantes y hace urgente acelerar la inversión en infraestructura vial entre las ciudades y la región en general.
También será positivo la mayor frecuencia de viajes de Chillán a Santiago, con el servicio de 6 nuevos trenes que llegan al país en abril para estar operativos en septiembre del 2023, además con mejoras que considera en las estaciones, con una inversión total de 15 millones de dólares, reduciendo los tiempos de viaje Chillán-Santiago a 3 horas 40 minutos.
Hay otro tren que busca impulsar algunos sectores, que es el de las reformas, con varios carros, el de la tributaria, laboral, previsional, salud y otras. Es importante que el conductor de este convoy tenga presente que necesita combustible, y ese lo da la iniciativa privada y el crecimiento económico. Las reformas no pueden hacer perder el incentivo a la inversión, de otro modo se nos viene encima un desastre.
Algunos creen que es posible mantener una velocidad crucero, con alto crecimiento del ingreso e inversión en la economía, (a la cual estábamos acostumbrados y nos ha permitido salir de la pobreza), habiendo alterado el ceteris paribus (todo lo demás constante), pero eso es un crassus errare (craso error). Hay que tener cuidado porque las reformas podrían ser dos pasos adelante y tres hacia atrás.
Necesitamos como país que entremos en sintonía y reconozcamos todos, que son las inversiones públicas y privadas las que van a sacar adelante el desarrollo de cada región y debemos tener las condiciones para que ello suceda, que avance la inversión pública ya es un gran paso, ahora hay que incentivar y fortalecer la inversión privada que constituye el 90% del total y para esto, es bueno el trabajo colaborativo y cercano que llevamos como privados con las autoridades de este gobierno, al que aportamos como Cámara Chilena de la Construcción.
Es un reconocimiento a que el tren del desarrollo debemos impulsarlo todos, por todas las vías y áreas económicas y que ningún ciudadano se quede abajo de este tradicional medio de transporte.
Ricardo Salman,
presidente CChC Chillán