"¡N o podíamos quedarnos callados, teniendo estas cifras!", dice Annika Madrid, coordinadora general de CinemaChile, a propósito de los espectaculares resultados que esa entidad obtuvo al contabilizar todos los premios que la industria audiovisual chilena recibió a lo largo de 2022: nada menos que 219 galardones, otorgados en 131 festivales y encuentros internacionales.

"Era necesario poner en valor los resultados del audiovisual chileno. Son cantidades tan altas y relevantes que muestran claramente el vigor de la industria nacional en el exterior", comenta Madrid sobre el estudio estadístico que este año se realizó por primera vez y que busca cumplir la misión central de CinemaChile: promover y difundir la actividad del sector audiovisual chileno, incluyendo disciplinas como cine, televisión, ficción, documental y animación.

Entre las producciones que destacan dentro del catastro aparece, por supuesto, "1976", largometraje dirigido por la actriz Manuela Martelli y que está nominado a los premios Goya en España, en la categoría Mejor Película Iberoamericana. El título ganador de ese galardón se anunciará el próximo 11 de febrero, en la ciudad de Sevilla.

Otra obra que genera gran expectación es "Blanquita", de Fernando Guzzoni, que actualmente compite por un cupo en la categoría Mejor Película Extranjera en los próximos premios Oscar. Hoy de hecho, se sabrá si esta producción logró entrar en la lista corta de la Academia de Hollywood.

En el recuento de CinemaChile también aparecen trabajos como "Estrellas del desierto", de Katherina Harder, y "Bestia", de Hugo Covarrubias, dos obras que durante el último año fueron distinguidas en diversos encuentros especializados.

Un dato significativo es que, de los 219 premios registrados en el estudio, 88 corresponden a producciones dirigidas y producidas por mujeres. Para Annika Madrid, esta cifra es una clara evidencia de que la industria audiovisual chilena ha experimentado, en el último tiempo, "un fuerte proceso de cambio".

"En la actualidad, las mujeres, sobre todo las que están saliendo de las escuelas de cine, están cumpliendo roles mucho más protagónicos dentro de este sector. Antes ya había mujeres que técnicamente eran productoras de sus filmes, pero ahora muchas de ellas están decidiendo dirigir sus proyectos, y además están ganando premios por su trabajo", reflexiona la coordinadora de CinemaChile.

A propósito de los casos de actrices que han iniciado carreras paralelas como realizadoras, proceso vivido por figuras como Katherine Mazoyer y la ya mencionada Manuela Martelli, Madrid observa que esos cambios de roles dan cuenta del hecho de que la industria local está siendo "un poco más flexible en las funciones que cada persona puede desempeñar dentro de cada proyecto".

"Ya no ocurre eso de que la actriz esté limitada en sus opciones, obligada a quedarse sólo delante de la cámara. El tema de la pandemia, además, llevó a muchos a buscar nuevos rumbos, y eso ha hecho que la industria esté variando y que vayan apareciendo nuevos nombres que se están convirtiendo en figuras emergentes", plantea la coordinadora.

¿Hubo otros cambios, a nivel de industria, que hayan sido motivados por la pandemia?

Bueno, para la industria audiovisual, tanto chilena como internacional, la llegada de la pandemia fue una catástrofe: ya no podías asistir a ningún festival, para hacer negocios y promover tus filmes o series, y eso obligó a un replanteamiento de todo el modelo. Fue por eso que muchos festivales y mercados mutaron hacia una versión digital u online que con el tiempo se fue volviendo más híbrida.

¿Crees que la pandemia influyó de alguna manera en estos buenos resultados del audiovisual chileno durante 2022?

La verdad es que, a pesar de que en pandemia estuvimos todos encerrados en nuestros hogares, la creatividad no paró. Muchos de los filmes que ahora están ganando premios eran proyectos que venían desde los días de la pandemia y que ahora pudieron concretarse. Un ejemplo es Matías Bize, que justo cuando llegó la pandemia estaba listo para rodar su película "El castigo", y tuvo que postergar todo. Finalmente hizo otro filme, "Mensajes privados", en completo modo pandemia, a través de zoom, y con ese trabajo ganó dos premios en el Festival de Málaga. Y fue un filme hecho desde la necesidad, al no poder rodar la película que tenía pensada. La pandemia hizo que la gente encontrara nuevas formas para seguir haciendo su arte.

¿Tras este año tan fructífero, como ves el panorama para 2023? ¿En doce meses más tendremos un balance tan positivo como el actual?

Yo creo que el indicador no debería bajar. Ya estamos en enero y en el mundo se vienen varios festivales importantes, como Sundance, Rotterdam o Berlinale, y en todos hay una importante participación de películas y series chilenas que ya están en las competencias oficiales. Me parece que eso es una señal de que las cosas van bien: los proyectos chilenos son reconocidos internacionalmente, y por eso quedan en instancias competitivas. Creo que nuestro indicador va a ayudar a potenciar la industria y que los proyectos van a seguir brillando a nivel internacional.