Los habitantes de la región del Ñuble, vemos como cientos de predios e incluso hasta nuestros propios vecinos forestan y plantan sin fiscalización ni regularización. Para ello necesitamos que los órganos de la administración del Estado encargados de los suelos también hagan prevención ante incendios, entre ellos SAG y CONAF y realmente fiscalicen quienes cumplen con la normativa. No puede ser posible que existan parcelas de producción que no tengan cortafuegos o los mínimos cuidados ante un posible incendio forestal.
Ya van más de 1500 hectáreas quemadas en la región del Ñuble, cientos de focos cercanos a zonas pobladas, por lo que vecinos y vecinas de la región no solo han debido evacuar sino que dejar lo que por años les ha costado. Otro de los puntos para poner atención y establecer regulación es volver a mirar los planes reguladores de las comunas y evitar que nuevos productores de madera u otros que tengan predios de producción se establezcan cerca de zonas pobladas sean estas urbanas o rurales, o en su caso, pues sabemos que la reforma a los planes reguladores es un proceso largo, el MINVU en conjunto con SAG y CONAF establezcan un radio mínimo de plantación y producción ante una zona poblada y así evitamos que en caso de un incendio forestal este retarde o no llegue a estos lugares.
El Ñuble concentra el 12,4% de la superficie forestal. La mayor parte de ellas son de pino radiata y eucaliptos.
En el año 2019 se abrieron 2 licitaciones en Mercado Público para subsidiar la plantación de pino en las zonas incendiadas en el año 2017 en las regiones de Maule y Ñuble. Estas plantaciones se realizarían en predios de pequeños y medianos propietarios por un monto total de $612 millones abarcando un total de 900 hectáreas.
Cientos de investigaciones científicas han demostrado que las plantaciones forestales de especies exóticas en nuestro país disminuyen la calidad y provisión de agua en las cuencas, aumentan la incidencia de incendios forestales, homogenizan el paisaje y conllevan a la pérdida de la biodiversidad, fragmentan bosques nativos e incrementan la invasión de especies exóticas.
No estoy señalando que se debe acabar este tipo de producción, pues sabemos que la madera y la célula para el papel constituyen una gran fuente de empleo para la región y para las exportaciones del país. Lo que quiero señalar explicita y claramente, que no se pueden crear nuevos paños con plantaciones forestales de especies exóticas. Que incluso en caso de un incendio de un bosque de producción, responsabilizar al privado de ello, pues un incendio es un 99% producto de la negligencia y omisión del ser humano, sino que además se reduzca considerablemente o no se plante en las mismas zonas bosque exótico de producción y retomar la plantación de nativo.
Un desarrollo sustentable de la industria forestal debiera contemplar la recuperación de la superficie de bosque nativo en donde este ha sido ampliamente devastado. Estos mitigan el cambio climático, aseguran la provisión de agua limpia y resguardan la biodiversidad.
Se debe actuar, de una vez por todas pensando en la planificación territorial donde la infraestructura ecológica sea considerada para el diseño sostenible.
CONAF, debe actuar con la urgencia ambiental y social en la que estamos, fomentando manejo sustentable del bosque nativo, permitiendo recuperación y conservación de la biodiversidad.
Por último se debe priorizar y dar urgencia a un plan de recuperación de bosque nativo en zonas de desastre por incendio, con recursos y recuperación inmediata de sus suelos.
Patricia Rubio Escobar