Los incendios forestales que golpean el centro sur de Chile desde hace más de una semana, muchos de ellos provocados intencionalmente, según afirman las autoridades, han amenazado con propagarse a otras regiones, lo que aumenta el desafío para los más de 5.600 bomberos y brigadistas que luchan contra las llamas.
El Gobierno anunció la semana pasada toque de queda para las regiones del Ñuble, Biobío y La Araucanía por los incendios forestales, pero dejó en manos de los jefes de la Defensa de cada región las zonas específicas y los horarios de esa medida. En total, 28 comunas de las tres regiones en emergencia se encuentran con toque de queda que rige desde la medianoche hasta las 05 horas, con el fin de que las Fuerzas Armadas puedan detectar a quienes pudieran salir a avivar el fuego y también para resguardar los bienes de los damnificados. Asimismo, en el marco del estado de excepción, se permite además requisar herramientas, maquinarias y agua si es necesario, con el fin de continuar con el combate de los incendios.
Y si bien las autoridades coinciden en que muchos de los siniestros han sido provocados con intencionalidad o negligencia, ha habido condiciones climáticas que favorecen su avance durante este verano, arrasando con bosques en tiempo récord, como son las altas temperaturas debido a una ola de calor, sumado a fuertes vientos y la intensa sequía que ha afectado al país durante los últimos catorce años.
Esta tragedia también ha permitido a la ciudadanía reconocer y valorar el trabajo incansable que realizan muchos voluntarios, entre ellos los de los Cuerpos de Bomberos de todo el país. Se han conocido casos dramáticos de voluntarios que combatían el fuego y los llamaron para decirles que sus casas se habían quemado. Y aun así no han bajado los brazos.
Cabe esperar que a medida que avanzan los días se puedan controlar los incendios forestales, se tomen las precauciones para que no se generen nuevos focos y se haga el reconocimiento que merecen quienes han trabajado incansablemente por volver a la normalidad.