Qué hacemos con la brecha digital de género
Para este año, la ONU ha propuesto que este Día Internacional de la Mujer se conmemore bajo el lema "Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género", agregando que "su infrarrepresentación profesional y académica en las disciplinas de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas sigue siendo un importante obstáculo para su participación en la gobernanza y el diseño de la tecnología".
No puedo estar más de acuerdo con la problemática que la organización nos presenta y que ocurre tanto en el mundo privado como en el sector público. Según los datos de "Panorama de Género 2022 de la ONU", las mujeres desempeñan solo 2 de cada 10 trabajos en ciencias, ingeniería, y TIC en el mundo, cuando la mitad de la población mundial es femenina. Sin duda estos números son frustrantes y debemos trabajar arduamente y en conjunto para cambiarlos.
Chile es líder de la región en transformación digital y un ejemplo para los demás países, lo cual nos ha permitido posicionarnos como hub regional de datos, por nuestra avanzada infraestructura y conectividad. El escenario es favorable para implementar cambios concretos y atraer a más mujeres técnicos y profesionales al área de las telecomunicaciones, la digitalización y las ciencias. La demanda de trabajadores es creciente y en institutos o universidades el talento femenino está, solo falta impulsarlas, apoyarlas y darles espacio para que se sumen a este proceso de transformación digital que vivimos. El trabajo conjunto del sector público, la academia y las empresas puede rendir frutos en el corto plazo si trazamos metas claras. No se trata de cuotas, sino de abrir las oportunidades y hacerlas atractivas para mujeres. Tras más de 5 años en el rubro TIC, estoy convencida que un ecosistema que suma nuevos talentos femeninos experimentará una transformación positiva y, por lo tanto, será beneficioso también para el país. Tenemos que empezar a avanzar.
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Gabriel G. Mora
Energías limpias para Chile
A propósito del Día Mundial de la Energía, el mercado solar a nivel global lleva creciendo sin cesar en los últimos 10 años y el 2022 fue prácticamente de un 50% más grande que en 2021. América Latina y Chile no se queda atrás, ya que su aumento ha sido entre un 35% y 40%.
Uno de los principales nichos fotovoltaicos en el país son los grandes proyectos de 150MW - 200MW, que, a pesar de las dificultades con relación a la fuerza de la red eléctrica y la estabilidad de esta, es uno de los mercados más maduros en América Latina. Sin embargo, la distribución y almacenamiento se han transformado en un problema.
Para evitar el vertimiento de energías limpias que se ha realizado en el último tiempo es de vital importancia avanzar con proyectos como el que propone el Coordinador Eléctrico Nacional en su Plan de Expansión del Año 2023 y las 23 iniciativas para el desarrollo del sistema de transmisión, 7 a nivel nacional y 13 zonal, para así entregar energías limpias a todo Chile.
Álvaro García-Maltrás, Trina Solar
La honestidad hoy
La etimología del término nos remonta al latín "honós"/"honestika" = honor, no mentir, no engañar, no robar, genuino. Hoy lo definimos como un valor moral positivo vinculado a la verdad, transparencia, lo contrario a corrupción. Algunos sinónimos ayudan a entender el concepto como: decencia, decoro, honra, dignidad, pudor, austeridad, desinterés. Así ningún esfuerzo humano podría funcionar si no existe "honestidad". Mirando la realidad- instituciones - la cuestión es indicadora, aunque se presente una imagen corporativa "honesta, justa, transparente", y/o "leal". En los hechos, puede ser diferente. Lo contrario es "deshonestidad".
¿Cómo se puede edificar un orden institucional para acabar con los males endémicos de la sociedad (pobreza, drogas, alcoholismo, terrorismo, bribones(as) si los fondos dedicados a esos menesteres son desviados para otros fines? ¿Cómo podemos exigirle a nuestras jerarquías divinas -entonces- que nos ayuden, si por un lado estamos orando y por otro estamos tras de lo que nuestras ambiciones nos indican? Una persona honesta, desde el simple maestro carpintero, pasando por un facultativo, hasta las personas más doctas de la academia, jamás debieran cambiar sus principios y valores "por un plato de lentejas".
Necesitamos también ser honestos con la "investidura" que adquirimos cuando iniciamos una profesión, grado académico, oficio o actividad como desarrollo personal o profesional. Los juramentos de un médico, abogado u otra profesión obligan a ser honesto por la naturaleza que implican. Una persona que jura hoy y mañana se olvida, no lo es consigo misma, ni con la sociedad, ni con el mundo.
La honestidad nos lleva siempre a soportar los más grandes sacrificios, aunque nos cueste la vida o un puesto de trabajo. El deshonesto jamás podrá recibir los "átomos de sabiduría" porque no sabrá valorarla por este comportamiento.
Omer Silva Villena