Se dice popularmente en la jerga del fútbol que los clásicos son para ganarlos. Más aún después de varias semanas turbulentas y con resultados adversos, en ambas veredas, tanto en la de Ñublense como en la de Curicó Unido.
Dicho esto, en Ñublense se tomaron a pecho esta afirmación, pues desde el primer minuto el Diablo Rojo buscó batir a Fabián Cerda en el pórtico contrario. Los dirigidos ayer por Diego Santelices plantearon un gran partido, especialmente en la primera mitad y esto se notaba en la cancha del Ester Roa Rebolledo.
Ñublense jugaba el que quizás era su mejor partido desde el triunfo por 1-0 sobre Unión Española, con Campusano como agente ofensivo importante y una dupla de Manuel Rivera y Juan Leiva que no dejaba a los torteros pasar la mitad de cancha con balón dominado. Hasta el minuto 25, el Diablo Rojo registraba varias llegadas al arco de los del Maule, más no con tanto peligro como para batir a Cerda.
Curicó, por su parte, aguantó y tuvo muchísimo menos el balón. Sin embargo, siempre que lo tuvo, fue incisivo. Tobías Figueroa en la primera llegada estrelló el balón en el poste, mientras a que a los 35, Omar Merlo, tras un pivoteo del delantero en un córner, batió a Nícola Pérez. 0-1.
Sin embargo, estuvo lejos este acontecimiento de ser un cross fulminante a la mandíbula de los chillanejos. Ñublense no se achicó y se fue con todo en búsqueda del empate.
Apenas 4 minutos después, Manuel Rivera recibió un patadón en área contraria, decretando el penal que 6 minutos más tarde (tras revisión en el VAR), Patricio Rubio convirtió en gol. 1-1, resultado con el que se irían al entretiempo en un auténtico partidazo.
El complemento, sin embargo, vio una notoria baja de intensidad. Tras apagados 25 minutos de posesión, Ñublense avisaba al arco de Cerda con una gran jugada de Cerezo.
Sin embargo, se dio lo mismo que en el primer tiempo. Cuando más crecía Ñublense, Curicó golpeó fuerte. Nícola Pérez entregó mal un balón que le cayó a Jason Flores. El ex Deportes Antofagasta la picó a 25 metros para batir al uruguayo en un golazo nacido de un infortunio. El Rojo estaba obligado a salir a someter, mientras Curicó se disponía a aguantar.
Los Diablos Rojos no supieron más cómo volver al partido. Santelices dispuso del ingreso de Pablo Aránguiz y de Andrés Vilches, que poco y nada gravitaron en ofensiva, mientras Curicó jugaba con el tiempo a su favor.
Los ánimos también se calentaron varios minutos. Una gresca entre Rubio y Bechtoldt derivó en que la hinchada de los Diablos Rojos arrojase una sopaipilla al capitán de Curicó Unido. Sí, leyó bien. Los chillanejos, por su parte, buscaban con más ímpetu que buen fútbol un punto de consuelo.
Era evidencia de una situación que se le fue de las manos a Ñublense, que pese a hacer un buen partido, no supo como regresar tras el gol de Flores, a la postre fulminante golpe al mentón. 1-2 y el clásico fue de Curicó Unido.
La misión en Paso Alejo es como sea dar vuelta la situación. Ñublense sumó 6 partidos sin ganar y, si ganan Magallanes, Unión Española y Audax Italiano, puede quedar hasta en zona de descenso en esta fecha.
No es ningún misterio que Ñublense pasa por el que quizás sea su momento más complicado desde que volvió a la división de honor del fútbol chileno. Los Diablos Rojos, pese a que mostraron, especialmente en el primer lapso, un nivel mucho más cercano a lo que mostraron el año pasado cuando encantaron al medio futbolístico, están lejos de dar con su mejor nivel, y la tabla lo refleja. A la hinchada solo le queda confiar en que Jaime García, que ya adelantó en que este será su último año al mando, pueda remontar el andar.
"Creo que estuvimos ordenados y pudimos aprovechar las ocasiones que tuvimos. Eso es importante, recuperar la forma que nos sirvió tanto. Hay que leer los partidos, de repente jugar corto o ancho y eso hay que reforzarlo", afirmó el director técnico de Curicó Unido, Damián Muñoz, a TNT Sports tras el partido.
8 puntos suma el Rojo
6 en el torneo. En caso de producirse algunos resultados, podría terminar esta fecha en zona de descenso.