Cinco ensayos y un testimonio personal. Esa es la estructura del libro "4/9. El Rechazo de Chile" que lanzó Ediciones USS, de la Universidad San Sebastián y que busca, según menciona su prólogo, aportar a que "prevalezca una visión objetiva del proceso político" que partió con el estallido social de octubre del 2019 y que derivó en el plebiscito de septiembre (de ahí el 4/9) y el 62% de rechazo a la propuesta de la Convención Constitucional.

El relato en primera persona es de Marcela Cubillos, quien antes de ser constituyente fue protagonista de la campaña del rechazo en el plebiscito de entrada. La dos veces diputada y ministra de Educación en el segundo gobierno de Sebastián Piñera estuvo de gira presentando el libro en las regiones donde hay sedes de la casa de estudios en la que ahora trabaja.

-¿Qué ha escuchado de la gente en regiones respecto del momento que se está viviendo?

-Hemos tenido encuentros la mayoría con jóvenes, muchos alumnos de los primeros años de las carreras y en general ha sido muy importante volver a conversar sobre lo que fue el proceso y que se rechazó el 4 de septiembre. Mucho interés en conocer detalles de lo sucedido en la Convención y también en dar sus opiniones sobre los hechos que pasaron y que terminaron con este plebiscito.

-Los jóvenes se dijo que estaban esperando cambios, ¿qué le dicen a usted?

-Claramente uno piensa que el resultado del plebiscito el Rechazo ganó en todos los ámbitos, en todas las edades, en todos los grupos, en todas las regiones. Fue un rechazo transversal. Nos hemos encontrado con jóvenes que, como saben que el proceso está en curso, usan lo que pasó el 4 de septiembre como aprendizaje.

-En el prólogo se habla de una mirada objetiva. ¿Cuál es esa mirada?

-El libro está estructurado en un testimonio y en cinco ensayos. El testimonio es el mío, mi visión de lo que ocurrió en la Convención y cinco ensayos de distintas disciplinas para analizar lo ocurrido el 4 de septiembre. Quienes promovieron el Apruebo dicen que o el pueblo iba demasiado lento para lo rápido que van ellos, o la gente no entendió el texto o no lo leyó o se basaron en mentiras o, como dicen otros, no se rechazó el texto, que no es más allá que un traspié, pero no hemos abandonado ninguna de nuestras convicciones. Pues nos parece fundamental hacer todos los esfuerzos para que no se reescriba la historia. Acá hubo una ciudadanía que votó quizás con más información que nunca. Fueron testigos del proceso durante un año completo