Adelantan en Ñuble futuro debate por la Reforma Previsional
AGENDA. El subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, visitó ayer la región para conocer el trabajo del IPS y sostener un diálogo ciudadano en torno al proyecto.
Una intensa agenda fue la que cumplió durante la jornada de ayer el subsecretario de Previsión Social, Christian Larraín, en la región de Ñuble, donde entre otras materias, conoció en terreno la labor del Instituto de Previsión Social local y desarrolló también una charla ciudadana para explicar lo que será el proyecto de Reforma Previsional que se avizora en el horizonte político.
La autoridad conversó con Crónica Chillán, donde entregó detalles de un proyecto que no ha estado ajeno a polémicas, partiendo por el choque de visiones que sostienen con las AFP actualmente.
"Las AFP son entidades que hoy cobran mil millones de dólares al año en comisiones directas y tienen costos de US$500 millones. Tienen un margen de utilidades que supera el cien por ciento. Es un negocio que no quieren soltar y por lo mismo, están realizando un lobby desatado para no perder ese negocio", aseguró.
Larraín añadió que actualmente desmenuzan la iniciativa junto a una mesa de expertos en el seno del Congreso Nacional. Ante ello, la autoridad mencionó que la oposición ya hizo ver sus reparos al proyecto y aunque no se han sumado, esperan reunirse con ellos para contar con el apoyo respectivo.
"Necesitamos que la derecha también esté incorporada en estas conversaciones. La reforma tiene un amplio margen para que operen los privados, pero los que operan no son las AFP. El administrador previsional autónomo pasa a ser una función pública y siempre se puede perfeccionar la participación de los privados en esta materia. El hecho de que este organismo público tenga la responsabilidad no significa que todas las funciones del sistema sean también públicas", dijo.
El subsecretario Christian Larrain explicó en ese sentido que hay otros modelos que se pueden seguir, como el implementado con la Administradora del Seguro de Cesantía, el que a su juicio, ha funcionado muy bien impulsando una mixtura con organismos privados.
"Esta es una reforma muy equilibrada que nos saca del extremo que vivimos hoy, donde sólo vemos capitalización individual y AFP. Esta reforma nos acerca a un modelo que predomina en el 83% de los países de la OCDE, donde junto con la capitalización individual existe un seguro social. También habrá entidades privadas para favorecer la libertad de las personas", puntualizó.
La autoridad ministerial expresó que lo más importante en este proyecto es lograr un acuerdo con la oposición para lograr el objetivo de subir de manera relevante las pensiones de los dos millones de jubilados que actualmente tiene el país y también de quienes van a llegar a esa instancia próximamente.
"Estamos muy abiertos como gobierno a buscar los instrumentos alternativos, sin perder de vista el propósito último. Este proyecto no tiene líneas rojas y estamos conscientes que existen críticas relevantes de la oposición respecto del 6% de libre elección o de la ausencia de propiedad. Nosotros creemos que hay modalidades para tener un seguro social con ese mismo 6% y que permiten dar respuesta a las inquietudes de la derecha sin afectar la esencia misma de la reforma. Estamos optimistas con la posibilidad de lograr acuerdos en ese sentido", advirtió Larraín en la antesala de la discusión legislativa.