Compras en Argentina
Se han vuelto virales videos en los que compatriotas viajan a Argentina y llenan carros de supermercado por los comparativos bajos precios que encuentran al otro lado de la cordillera. Esto ha generado la idea de que en Argentina están pasando por un mejor momento económico que nosotros. Pero la verdad no es así.
Los bajos precios de productos de necesidades básicas son producto de la fijación o congelación de precios que tiene Argentina como política económica, debido a que ese país está enfrentando una crisis inflacionaria casi diez veces peor que la nuestra. Por tanto, la fijación de precios se da por una distorsión nociva de un mercado deprimido, donde la oferta no puede dar abasto a las necesidades de la gente. El otro factor es que el peso chileno está mejor avaluado que el peso argentino contra las monedas internacionales, por lo que el tipo de cambio nos favorece; otro factor relevante que explica este fenómeno es que el sueldo mínimo en Chile es cuatro veces mayor en comparación al de Argentina.
Felipe Jara S.
Historia
Bolivia hoy vive una grave crisis económica por falta de dólares. El origen hay que buscarlo en el año 2006 con la llegada de Evo Morales y su política de "nacionalizar" el gas, rechazada por los inversores extranjeros que había en ese país, quienes inmediatamente dejaron de invertir. Hoy se exportan mínimos históricos de gas y las reservas se agotan rápidamente por falta de inversión. Atrás quedaron las pretensiones de "gas por mar" y que "ni una molécula de gas vendría a ni pasaría por Chile". Para no pasar por Chile, Bolivia incluso perdió la oportunidad de un gran proyecto para exportar gas a EE.UU. y México.
Los grandes países productores de litio obtienen sus beneficios de impuestos y royalties y no se interponen en los proyectos imponiendo participaciones mayoritarias.
Tratándose de la decisión de invertir, el capital siempre tiene la razón.
José Luis Hernández Vidal
Suspensión de clases ¿hasta cuándo?
Las suspensiones de clases en distintos establecimientos del país, debido a los peligros y temor generalizado que ocasionan balaceras, funerales de alto riesgo, fuegos artificiales y violencia en general, han sido la tónica en lo que va de año.
Ya no solo se trata de escasez de matrículas, y que el sistema no da abasto para satisfacer la alta demanda, sino que incluso quienes ya forman parte de un establecimiento, ven con frecuencia suspendidas sus clases, sin la certeza de cuándo y cómo las recuperarán, teniendo en cuenta que el acceso a la educación es un Derecho Constitucional.
Dado esto, cabe preguntarse si ese Derecho seguirá viéndose interrumpido por situaciones "fortuitas" o "excepcionales" a lo largo del año, más en algunos lugares donde la violencia es algo normalizado.
Esto no solo altera las rutinas de miles de estudiantes, sino que también las de sus familias, generando en algunos casos ausentismo laboral y perdiendo oportunidades de ingresos en un año complejo.
Si el Estado no es capaz de garantizar el normal funcionamiento de la sociedad y las instituciones que la conforman, optando por dar "el día libre", el panorama es realmente complejo. Convivir con el narcotráfico no debiera ser opción, considerando que países similares a Chile prefirieron ese camino y son tristes ejemplos en materia de seguridad. La educación es una piedra angular de cualquier sociedad y el Estado debe protegerla, mucho más frente a actividades que atentan directamente contra el desarrollo de nuestra juventud, como es el narcotráfico.
Carolina Carrillo