Los elencos Ñublense y Copiapó salieron anoche al gramado del Nelson Oyarzún Arenas con una realidad lejos de la ideal en cuanto a la tabla de posiciones. Los dirigidos por Jaime García comenzaron los 90 minutos sagrados en la posición número 12, con 14 puntos, mientras que el León de Atacama era el penúltimo, con 13.
Por lo mismo, estos antecedentes hacían del duelo de anoche uno de 6 puntos, pues ganar significaba complicar considerablemente al oponente de turno.
Teniendo todo esto en consideración, tanto los locales como la visita salieron a la cancha con lo mejor que podían ofrecer. Y tanto Ñublense como Copiapó animaban un entretenido partido en Chillán.
Ambos elencos protagonizaban el duelo. Mientras Ñublense llegaba más, no lo hacía con tanta profundidad. Mismo caso que Copiapó, que si bien atacaba, los locales estaban sólidos en defensa. Pero los partidos con buen ritmo son así.
Al minuto 42, pues en algún momento tenía que abrirse la cuenta, Andrés Vilches le dio continuación a su romance con las vallas al anotar de volea tras una gran jugada colectiva. Golazo. Se fueron al entretiempo con el 1-0 para el Rojo.
En el complemento, Copiapó estaba obligado con todas las de la ley a equiparar como fuese le marcador, mientras que Ñublense, por su parte, también tenía que separar aún más las acciones. A los 5 minutos, los locales ya llevaban 3 llegadas clarísimas de peligro, principalmente por medio de Álex Valdés y Juan Leiva. Al volante le sacaron un cabezazo de la línea en 49, que perfectamente pudo ser el segundo gol del partido.
Sin embargo, una aventura no puede no tener inconvenientes. A los 53, Zalazar se fue expulsado por doble amarilla, tras bajar cerca del área a un viejo conocido llamado Felipe Reynero.
Ñublense perdonaba hasta la expulsión. García dispuso el ingreso de Abascia por Álex Valdés, que tuvo que ir al sacrificio por el equipo, pues la línea de 3 se consagró como la ideal en el Rojo. Copiapó sin arriesgar en demasía se iba en búsqueda del empate, pero con llegadas débiles.
Sin embargo, al minuto 75, Nícola Pérez salvó de un ataque cardíaco a todo el estadio con una atajada de aquellas tras una volea a quemarropa en el punto penal por parte de López. En cualquier otro partido hubiese sido un golazo, pero no ayer.
El resto del partido, Ñublense, con el protagonismo ya cedido por el hombre menos, se dedicó a aguantar de gran manera el triunfo. Cosa que en otros partidos no se había podido dar, anoche sí quiso. Esto se mantuvo hasta el cierre del duelo, pues el 1-0 gracias a Andrés Vilches no cambió más.
Ñublense sacó adelante un triunfazo en un partidazo. Léase bien. El duelo de anoche era de 3 puntos esenciales, pues de haber perdido, el Rojo habría podido quedar hasta en zona de descenso. Sin embargo, pasó todo lo contrario, y los de García concretaron su renacer futbolístico. Quedaron octavos además.
Fue una fecha redonda para los chillanejos, que no solamente pudieron sumar de a 3 de forma consecutiva, tras el gran triunfo sobre Palestino, sino que volvió a mostrar esa gran cara futbolística que encantó el año pasado.
17 puntos suma el Rojo,
8vo tras el gran triunfo sobre Copiapó de anoche. A espera de otros resultados, Ñublense quedó octavo.