EE.UU. afirma tener controlada migración tras fin de Título 42
FRONTERA. Dejó de regir la norma que permitía expulsar de inmediato a inmigrantes ilegales. México sufre con alta cantidad de varados. Se habla de 150 mil indocumentados.
Estados Unidos afirmó ayer que no ha detectado un incremento sustancial de los cruces de migrantes a través de la frontera con México en las primeras horas transcurridas desde el levantamiento del Título 42, la política de expulsiones exprés utilizada bajo el pretexto de la pandemia de covid-19 que dictó el expresidente Donald Trump.
Si bien los temores de las autoridades estadounidenses eran que se produjera una avalancha de migrantes, pues serían al menos 150 mil los que buscarán ingresar, esto no ocurrió, según comentó el subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, Blas Núñez-Neto, quien admitió, sin embargo, que todavía es pronto para ofrecer cifras oficiales y aseguró que las autoridades permanecen atentas.
"Podemos afirmar que no hemos visto ningún aumento sustancial en la migración esta mañana", explicó ayer el funcionario, quien no obstante dijo que las detenciones en la zona siguen siendo "elevadas".
Tras el fin de la emergencia sanitaria en la medianoche pasada, Estados Unidos dejó de aplicar el Título 42, que permitía expulsar de inmediato a migrantes indocumentados sin posibilidad de pedir asilo por la pandemia, pero instauró otras restricciones en la frontera y comenzó a deportar mediante otra normativa conocida como Título 8.
Núñez-Neto advirtió de que a partir de ahora todas aquellas personas que crucen la frontera sin un estatus migratorio regular "no serán elegibles para el asilo", serán expulsadas del país de forma rápida y puede que se les prohíba la entrada a Estados Unidos durante cinco años.
24 mil policías
Al menos 24 mil agentes de la patrulla fronteriza vigilan la zona, además de los 1.500 soldados que el Pentágono estará desplegando de forma escalonada durante los próximos días.
El funcionario explicó que con el levantamiento de la emergencia sanitaria, las autoridades ya no están obligadas a hacer pruebas de covid a todos los migrantes, de modo que las detenciones ser harán de forma "mucho más rápida".
Núñez-Neto pidió de nuevo a los migrantes que busquen vías legales para entrara a Estados Unidos y que "no hagan caso a las mentiras" de los traficantes de personas que ponen "en peligro sus vidas" al prometerles ayuda para cruzar la frontera.
México en dos frentes
Sobre las principales urbes fronterizas, las autoridades mexicanas registran 10.000 migrantes en Ciudad Juárez, 5.500 en Matamoros y 500 en Tijuana que pretenden cruzar a Estados Unidos.
Pero los problemas para ese país no solo están en la frontera norte con quienes intentan a entrar a Estados Unidos, sino también en la frontera sur, con aquellos que inician el cruce de México para llegar hasta el límite con EE.UU.
Para tratar de enfrentar el primero de estos problemas, el canciller Marcelo Ebrard advirtió en primer lugar que no aceptará más de 1.000 deportaciones de migrantes diarias desde Estados Unidos porque "no tenemos la capacidad ni lo aceptaríamos y eso estaba vigente, no de ahora, desde el Título 42".
Mientras, en el sur del país migrantes varados en el Centro de Atención Provisional del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tapachula, en la frontera con Guatemala, donde los funcionarios les informaron de la suspensión temporal de la entrega de documentos.