Fábrica de cecinas "La economía" baja sus cortinas tras décadas de trayectoria
Con esfuerzo y sacrificio Asdrubal Leiva, dueño del conocido local, consiguió levantar este negocio y atenderlo por 30 años. Uno de sus hijos destacó los logros de su padre y el cariño profesado por la comunidad local.
Desde hace varias décadas que la fábrica de cecinas "La economía" es un punto obligado en el corazón de Chillán cuando se busca productos cárnicos de primera calidad, con el agregado de la siempre amable atención de su dueño, Asdrubal Leiva Vásquez. A punta de esfuerzo y trabajo constante, Leiva se hizo un nombre entre quienes laboran en este rubro en la capital de la Región de Ñuble, siempre consciente de que el cliente es la prioridad.
No obstante, la historia de este local, situado en la intersección de las avenidas Argentina y Collín, está cerrando un ciclo. Mejoramientos viales en el lugar generaron una serie de expropiaciones, entre ellas la de este negocio, por lo que prontamente bajará sus cortinas.
Pablo Leiva, hijo del propietario del conocido local de venta de carne y fábrica de longanizas y cecinas, comentó que como familia tienen claro que no pueden hacer mucho más frente al progreso que se persigue con las obras que se realizarán.
"Pero por ahora estamos a la espera de qué es lo que va a pasar, obviamente no va a ser de sorpresa, pero no sabemos cuándo llegará la orden judicial. Nosotros seguimos atendiendo y nuestro ánimo no es causar ningún problema cuando llegue el momento", señaló.
Ante la posibilidad de continuar ofreciendo los servicios en otro punto de la capital regional, Pablo Leiva afirmó que su padre decidió retirarse de la actividad, luego de tantos años de labor, lo que se suma a un trasplante de hígado al que fue sometido, lo cual lo dejó "abollado", según dijo.
Rompiendo las cadenas
Pablo Leiva contó que su padre nació en Chillán. Por una compleja situación familiar, desde muy pequeño se vio en la obligación de trabajar, muchas veces ayudando a cargar bolsas a las señoras en el mercado de la ciudad.
Aprendió las artes del carnicero de parte de un tío y, posteriormente, se trasladó a Santiago, en donde laboró por varios años en las principales cadenas de supermercados, cortando y vendiendo carne.
En 1993, Asdrubal Leiva tuvo la oportunidad de volver a Chillán, para, inicialmente, arrendar una carnicería en el sector de las Cuatro Avenidas. Se trataba de "La economía", de la que después se transformó en propietario.
No pasaría mucho tiempo antes de agrandar el negocio, logró tener por un tiempo un segundo local y comenzó la confección de longanizas y cecinas, productos con los cuales fue ganando en clientela y cariño de la gente, afirmó su hijo. "Yo me siento orgulloso de lo logrado por mi papá, el rompió las cadenas para que nosotros dejáramos de trabajar para alguien más y poder trabajar para nosotros mismos. Eso es lo que siempre rescato de él", aseguró Pablo Leiva, quien es uno de los cinco hijos del comerciante.
También sostuvo que en el momento de mayor éxito de la fábrica las autoridades de la comuna arribaban a comprar al local, también personeros de estamentos públicos y hasta los jugadores de Ñublense, quienes, cuando este cuadro llegó a la Primera División del Fútbol Profesional, eran asiduos compradores de "La economía".
"Según cuentan los colegas de mi papá, cuando fue el boom del rubro, la longaniza se ofrecía 'a luca' y nadie vendía más que él. Nunca buscó hacer competencia o enfrascarse en discusiones o peleas, siempre ha sido un ejemplo y una persona respetada y muy querida por la comunidad", indicó Leiva hijo.
Hace algunos días, cuando se formalizó el proceso de la expropiación, la familia organizó una despedida en el local. A través de redes sociales invitaron a todos los clientes y amigos del negocio para que acudieran y compartieran un rato, recordando los momentos vividos en este. "Incluso el alcalde de Chillán, Camilo Benavente, vino a entregarle un reconocimiento a mi papá", dijo.
Añadió que su padre también cumplió, a través de "La economía", un rol social, en especial con clubes deportivos a los que apoya. "Esas son las cosas que quiero resaltar de mi padre, gracias a los aciertos que tuvo él, nos cambió la vida como familia, venirse de Santiago, abrir la carnicería y tener la fábrica de longanizas y cecinas", concluyó.
La conocida fábrica de cecinas es punto de encuentro para quienes buscan productos de calidad, acompañados por una buena atención de parte de su dueño, quien tras largos años de esfuerzos, decidió retirarse, influido también por un trasplante de hígado al que fue sometido.