Buena convivencia
Desde hace tiempo que se viene planteando que hay falencias en la seguridad de los datos bancarios y comerciales. Si bien la autoridad entregó recursos a los municipios que estaban complicados al no tener donde depositar sus basuras, fueron las propias entidades comunales quienes decidieron que Chillán Viejo era la mejor opción.
Existe preocupación en Ñuble y no es exagerada. La decisión tomada por un par de municipalidades de la región del Biobío de trasladar sus residuos domiciliarios al relleno sanitario existente en la comuna de Chillán Viejo ante el cierre del vertedero Hidronor en dicha región, ha levantado una alerta bien fundada entre las autoridades locales, quienes ven con impotencia como la vida útil del recinto de Ecobío instalado en la comuna histórica, podría reducirse drásticamente, lo que nos endosaría un problema significativo en menos tiempo de lo proyectado originalmente.
Seamos concretos. Si Ecobío tiene un tiempo de funcionamiento proyectado hasta 2034, incluso recibiendo basura proveniente de otros puntos del país; si se le suman los desechos de una de las regiones con mayor densidad poblacional de Chile, es lógico entender que la vida del relleno sanitario local disminuirá. Por ende, podríamos vernos con la problemática de no tener donde dejar nuestra propia basura en menos tiempo de lo esperado, ante lo cual el llamado de alerta es a que las autoridades comiencen a pensar en un nuevo basural para la región.
Sin embargo, hay que poner una cuota de justicia en una situación donde se sindica al gobernador regional de Biobío, Rodrigo Díaz, como el gran responsable. Los hechos ocurridos hacen ver que, si bien la autoridad entregó recursos a los municipios que estaban complicados al no tener donde depositar sus basuras, fueron las propias entidades comunales quienes decidieron que Chillán Viejo era la mejor opción. Por lo anterior, hay que dejar claro que los alcaldes de las comunas involucradas en esta decisión no quedan ajenos y tienen una "generosa cuota de responsabilidad" al respecto, que se invisibiliza ante la ciudadanía, misma ciudadanía que ha vivido in situ los problemas ambientales que ha generado Ecobío y que lo han transformado en un problema no menor para varios vecinos que conviven a diario con estos problemas, que ven con desesperanza esta nueva situación que viene de manera directa a impactar no sólo sus vidas, sino que también la de todos los vecinos de Chillán y Chillán Viejo.
Pero con todo lo anterior y sumándose a lo decidido ya por Talcahuano y Hualpén, es ya casi un hecho que los demás municipios aproblemados tomarán el mismo camino. Poco se puede hacer al respecto frente una situación no regulada legalmente y donde, por cierto, la lógica del buen vecino indica que cada región debe hacerse cargo de sus propios residuos. En Ñuble es hora de actuar de manera visionaria y comenzar a pensar en un nuevo relleno sanitario, que tenga un sello real de sostenibilidad. Seamos futuristas y regalemos un ejemplo a una región de la que fuimos parte, dejándoles claro que, en pocos años de vida independiente, tenemos más acuñado que ellos que la ropa sucia se lava en casa y la basura propia no es responsabilidad de otros. Buena convivencia le llaman.
Angélica Cuevas Palominos,
abogada. Magíster en Política y
Gobierno UdeC