Héctor Díaz

A poco menos de una semana de que comience el invierno, la región ya se ha visto enfrentada a un par de fenómenos climatológicos que han gatillado algunos días de contingencia por lluvias, ráfagas de vientos y marejadas, poniendo a prueba también la respuesta y coordinación de las instituciones vinculadas a dichas áreas, donde los municipios son un actor preponderante para las primeras respuestas en emergencias.

En Chillán, desde enero comenzaron los trabajos en diferentes intersecciones de calles para evitar que se tapen los sumideros de aguas lluvias y con ellos se genere gran acumulación de agua. "Los puntos críticos se van dando de forma imprevista según distintos factores", explicaron desde el municipio chillanejo.

En ese contexto, a través de la denominada "Operación Invierno", Chillán contempló la limpieza de más de 5 mil 500 sumideros de aguas lluvias y sifones. "Hacemos un llamado a la responsabilidad de la gente en el cuidado del aseo de nuestra ciudad y colaborar barriendo el entorno de sus viviendas para evitar futuras complejidades viales", dijo el alcalde Camilo Benavente.

En el caso de Chillán Viejo, según precisó el alcalde Jorge del Pozo, desde finales de abril se preparan para esta temporada: "Nuestros equipos de Medio Ambiente, Aseo y Ornato y Obras Municipales, han estado desarrollando diversas acciones preventivas como parte del Plan de Invierno, el que considera la limpieza de más de 200 colectores de agua lluvia, además de 7.202 metros de despeje de canales y esteros, y podas de árboles en diversos sectores de la comuna".

En mayo reciente también se hicieron mejoras en caminos con motoniveladora en 14 sectores urbanos y 18 rurales, "a fin de asegurar el tránsito de las familias y por sobre todo de los vehículos de emergencia y servicios. Los principales riesgos en nuestra comuna se generan en el sector rural, y específicamente en los loteos irregulares, donde la topografía de los terrenos no permite la correcta evacuación de aguas lluvias", acotó Del Pozo.

Punilla e itata

En San Carlos en tanto, capital de Punilla, destacaron las coordinaciones previas y mesas de trabajo periódicas de sus distintas unidades y direcciones. "A la fecha, nuestros principales focos de riesgo se relacionan con aguas lluvias, y estos se concentran en caminos rurales, los cuales pueden sufrir anegamientos producto de que algunos están hechos en niveles irregulares, por lo que nuestra tarea ha sido generar puntos de evacuación. En el área urbana, en tanto, hemos realizado una ardua limpieza de nuestro sistema de alcantarillado y nuestros canales, con el fin de evitar inundaciones y rebalses de nuestras vías de evacuación", expresó el alcalde Gastón Suazo, valorando también el trabajo de concientización a la comunidad para mantener sus ductos de evacuación despejados y de no arrojar basuras.

Desde Itata, Coelemu, comuna afectada recientemente por las marejadas en Perales, precisaron que "tenemos un equipo de emergencia robusto, que se divide por áreas urbanas y rurales, designaciones con funcionarios en casos de emergencia para estar atentos 24/7. Se han hecho perfilados de caminos, pero como muchos municipios las maquinarias disponibles no son las que quisiéramos tener para ello", según manifestó el alcalde de dicha comuna, Alejandro Pedreros.

Además, dentro de sus principales riesgos latentes, Pedreros recalcó el tema de las marejadas ya visto en Perales con las inundaciones, caída de árboles y ramas, anegamientos de algunas calles, "cosas que las podemos prever, pero que no las podemos evitar de forma definitiva, condicionados por fenómenos meteorológicos que no podemos manejar", añadió el jefe comunal de Coelemu.