Bomberos es la institución más prestigiada del país, si se considera que a diferencia de lo que ocurre en otras naciones, está formada por voluntarios no remunerados, que restan horas de trabajo o de descanso, con el fin de ayudar a la comunidad. Ayer se celebró en todo Chile el Día del Bombero Voluntario, recordando los 172 años de la institución, desde que el 30 de junio de 1851 se creó la Primera Compañía, en Valparaíso. Se trata de una entidad que surge de la voluntad y decisión de la comunidad para proteger la vida y los bienes de los habitantes, inicialmente ante los incendios que destruían viviendas y comercios, aunque con el paso del tiempo se ha extendido a todos los riesgos que ocurren.

Bomberos debe atender emergencias como incendios o para rescatar heridos en accidentes de tránsito, hasta situaciones más cotidianas, entre ellas alertas de escapes de gas o para ayudar a alguna familia que no puede ingresar a su casa porque olvidó las llaves. Cada vez se amplía más la acción de esta entidad y pareciera que se ha vuelto ilimitada, impulsada por el altruismo y la vocación de servicio desinteresada de sus voluntarios en cada rincón del país.

Es la oportunidad ahora para reconocer a los voluntarios destacados por sus destacados y prolongados años de servicios, y para recordar a los mártires de los cuerpos bomberiles de Chile que a lo largo de su historia han entregado la vida en el cumplimiento de su juramento. Sus integrantes deben someterse a un continuo programa de perfeccionamiento, para estar preparados ante los nuevos desafíos que les presentan las emergencias. Ser voluntario es una opción de vida para desarrollar un trabajo desinteresado y para acudir al llamado de quienes requieren de sus servicios, sin hacer distinciones políticas, de credos religiosos o filosóficos, lo que constituye un verdadero ejemplo para la ciudadanía acerca de la necesaria unidad que se requiere para enfrentar situaciones difíciles que golpean a la comunidad.

La pandemia y sus efectos en la economía han afectado también las fuentes de financiamiento de la institución, lo que obliga a reflexionar acerca del compromiso de gratitud que el país tiene con esta institución por su incesante entrega generosa.

Nadie podría discrepar acerca de que el progreso de una región y un país parte de la realización de obras públicas, y eso es precisamente lo que estamos presenciando en la región de Ñuble. Un reconocimiento de la importancia de esto se refleja en el notable crecimiento del presupuesto de este ministerio en la región, el cual ha experimentado un aumento del 340% desde 2018 hasta 2023. Continuar esta tendencia es la única manera de cerrar las brechas que Ñuble heredó de la región de Biobío.

Esta semana, hemos recibido un gran respaldo en este proceso con la visita de la ministra del MOP, Jéssica López Saffie, quien nos ha traído muy buenas noticias. Después de una demora causada por mejoras introducidas al proyecto, el Embalse Nueva La Punilla cuenta ahora con todo el respaldo necesario para que la obra pueda ser adjudicada en el primer semestre de 2024. Además, el pronto inicio de las obras del Embalse Zapallar representa un gran apoyo para una región eminentemente agrícola.

Otro aspecto fundamental ha sido el apoyo para impulsar la inversión en conectividad. Contar prontamente con un aeropuerto disponible, no solo para el turismo y la exportación de productos agrícolas, sino también como puerta de entrada para inversiones y nuevos negocios de envergadura, es crucial. La pavimentación de los caminos rurales también es una deuda pendiente, y se requiere un incremento significativo de los recursos para alcanzar el promedio nacional en términos de caminos pavimentados. Además, es urgente invertir en la vialidad interna de la ciudad de Chillán y su circunvalación, ya que esta conurbación ha alcanzado la categoría de zona metropolitana.

Durante su visita a la región, el presidente Boric anunció un plan especial de conectividad para Ñuble, con el objetivo de lograr una mejor integración y evitar el aislamiento en casos de riesgos causados por factores climáticos.

En este contexto, la normalización de la planta de funcionarios públicos a nivel regional es un objetivo compartido que esperamos sea resuelto durante este año por la Dipres, para poder continuar creciendo en inversión con una capacidad de gestión acorde a los presupuestos y la planta de funcionarios, factores fundamentales para un desarrollo sostenible.

Los recursos necesarios para las obras públicas son cuantiosos, por lo tanto, es importante que tanto el capital público como el privado contribuyan. En este sentido, es relevante destacar la cartera de concesiones planteada por la ministra López para la región. También ha resaltado la importancia del sector privado, ya que son las empresas las encargadas de ejecutar todas las obras del MOP, por lo que se les invita a participar más activamente.

Definitivamente, el éxito de la región depende de una fuerte inyección de recursos, comenzando por las inversiones en obras públicas.

Ricardo Salman Aburdene,

presidente CChC Chillán