Cuántas lluvias sin aprender
Llegó la tan anhelada lluvia a la zona central del país y seguimos sin aprender. Volvimos a ver ríos desbordados, casas inundadas, pasos bajo nivel anegados y cortes de agua potable.
Sabemos que por el cambio climático y el calentamiento global en las zonas donde llueve puede llover más o más intenso y eso es lo que ocurrió en este sistema frontal y se dará también en los próximos. Si consideramos las características de nuestro territorio, marcado por la Cordillera de Los Andes, su pendiente o inclinación y nuestros ríos muy torrentosos, entre otros factores, no debería extrañarnos lo que vimos en los últimos días. De hecho, todos lo valles y zonas planas donde se ubican las grandes ciudades se han formado por múltiples aluviones a lo largo de la historia.
Las escenas en San José de Maipo, los ríos Maipo, Mapocho, Teno y Tinguiririca desbordados, por mencionar algunos, son sólo expresiones de la naturaleza que nos recuerdan lo vulnerable que somos. Por eso, la gestión de riesgo de desastres debe ser algo fundamental en la gobernanza de nuestro país. La planificación territorial considerando el riesgo de desastres es vital para evitar desastres como los ya vividos. El aluvión de la quebrada de Macul en 1993 es sólo una muestra del poder de la naturaleza y el repoblamiento del lugar un reflejo de la soberbia del ser humano. Si bien se realizaron piscinas decantadoras, con precipitaciones cada vez más intensas es cuestión de tiempo para que estas colapsen.
Es momento de tomar medidas ante un fenómeno predecible. Lamentablemente, la inadecuada gestión de riesgo de desastres y la deficiente planificación territorial afecta a la población más vulnerable generando pérdidas importantes de recursos materiales e, incluso, vidas, haciendo retroceder el desarrollo económico de las comunas por ir en respuesta de los desastres que pudieron haberse previsto y gestionado de forma diferente.
Fabiola Barrenechea Riveros, Universidad Bernardo O'Higgins
El cáncer más letal en Chile
Actualmente en nuestro país, el cáncer de pulmón mata a más de 3.500 personas al año, siendo además una de las patologías con más alta mortalidad alrededor del mundo. Este cáncer es además altamente agresivo, con una sobrevida global menor a 20% a cinco años. En general los síntomas son tardíos e inespecíficos, y generalmente se producen por enfermedad localmente avanzada o metastásica. Por esta razón más del 50% de los pacientes se diagnostican en etapas avanzadas.
El principal factor de riesgo de esta enfermedad sigue siendo el mismo de hace décadas: el tabaquismo.
Los cigarrillos contienen más de 7.000 sustancias químicas, de las cuales más de 600 son cancerígenas. Por otro lado, se encuentran los vaporizadores que, a diferencia de lo que muchos piensan, no son inocuos y también tienen efectos nocivos en nuestra salud.
El esfuerzo primordial debe apuntar a la prevención o a la detección temprana. El llamado más importante es a dejar este hábito que es perjudicial para la salud y a consultar. Los chequeos preventivos son una buena herramienta que permite detectar a tiempo enfermedades, sobre todo, si tenemos en cuenta que un diagnóstico oportuno hace posible que la tasa de curación supere el 90%.
Dr. José Miguel Clavero, Clínica Universidad de los Andes
Más apoyo a las Pymes
Justo cuando estamos conmemorando el Día Internacional de las Pequeñas y Medianas Empresas, a nivel nacional el escenario para ellas no es el más favorable. Si bien son un motor esencial para la economía del país, no se les está reconociendo como merecen. Esto queda reflejado en iniciativas como la ley 40 horas o el salario mínimo: dos normativas poco alentadoras para los microempresarios.
Acudir a un préstamo tampoco es la solución, ya que las tasas de interés por créditos han superado el 16%, un nivel histórico y muy costoso para un financiamiento destinado a mantenerse en pie y evitar despidos.
Esta conmemoración nos hace recordar el rol clave que juegan en nuestra economía y la importancia de comprometernos a trabajar juntos por su desarrollo y que las autoridades puedan asumir el difícil escenario que atraviesan hoy en día.
Gustavo Ananía