El Día Internacional de las Cooperativas es una fecha que busca resaltar su valor y la contribución de estas empresas asociativas al desarrollo económico y social.
En el contexto actual, donde nos enfrentamos a un complejo escenario económico y a profundas discusiones sobre un pacto fiscal y reformas tributarias, surge una oportunidad única para reflexionar sobre la importancia de promover una economía más participativa, horizontal, transparente y colaborativa, capaz de fortalecer a las economías locales y regionales.
El cooperativismo es un modelo que apunta, justamente, en esa dirección y su valor ha sido reconocido en instancias como la Cumbre de las Américas y la Asamblea General de la OEA, destacando su contribución al crecimiento económico, la creación de empleos y la reducción de la pobreza. La experiencia de Mondragón, uno de los máximos exponentes de este modelo asociativo, también respalda esta afirmación. Durante el 2021, las cerca de 100 cooperativas que integran este grupo generaron más de 80 mil puestos de trabajo, convirtiéndose en el mayor empleador del País Vasco, y registraron ventas por más de 11.400 millones de euros.
Experiencias exitosas como ésta ya están inspirando al ecosistema local y se refleja en iniciativas como Red Cooperativa en la Región de Coquimbo, con la que se busca incrementar la competitividad de las cooperativas locales y activar su vocación transformadora para responder a problemáticas y desafíos de la Región. Sin embargo, al conmemorar esta fecha no basta sólo con reconocer su contribución al desarrollo socioeconómico, sino que da cuenta de la necesidad de impulsar políticas públicas y una legislación robusta que fomente su crecimiento y desarrollo. En este sentido, resulta alentador el avance al Senado del proyecto de ley que moderniza el sistema de compras públicas, promoviendo la participación de MiPymes y cooperativas, y que considera medidas que podrían aumentar las ventas del sector en USD$300 millones al año, como la exclusividad de compra ágil para la adquisición de bienes y servicios de hasta 100 UTM y la priorización de los proveedores locales.
No obstante, para garantizar un impulso sostenido y efectivo, resulta crucial fortalecer la institucionalidad que respalde estos modelos de organización empresarial. Es necesario ir más allá y considerar la creación de un Instituto de Economía Social y Cooperativa, el cual actúe como catalizador para su crecimiento y desarrollo, y permita establecer una plataforma sólida desde la cual se puedan diseñar y ejecutar programas de apoyo integral, adaptados a las necesidades y características propias de estas organizaciones. De esta manera, se lograría potenciar su inserción y participación en la economía nacional.
La construcción de un futuro más equitativo, inclusivo y sostenible requiere de un enfoque que valore y promueva el cooperativismo. Su enfoque en la solidaridad, la participación democrática y la generación de beneficios equitativos lo convierte en un aliado indispensable para alcanzar nuestros objetivos de desarrollo económico y social. Es momento de aprovechar esta oportunidad y dar paso a una economía que ponga en el centro a las personas y promueva la colaboración y la equidad en todos los niveles. En el Día Internacional de las Cooperativas, debemos recordar que estas organizaciones representan un camino hacia un futuro más justo y sostenible.