¿Alguna relación? ¿Quién castiga hoy día? ¿Castigar? ¡No hagas eso! ¡Lo vas a traumar! ¡Es ilegal, es pecado!… Origen del verbo: el mismo día que nos comimos una manzana, nuestro Padre ejerció ese sagrado deber, y no sólo nos echó del paraíso, nos sentenció a ganar el pan con sudor y a parir con dolor.
Modo de conjugación: escarmentando con rigor mediante palabra o privando de gratos momentos a todo individuo porfiado, duro de cabeza, frágil de espíritu; con noble propósito de generar autorregulación de la conducta de un niño y o corregir a un adulto.
Quiénes lo conjugan: antiguamente padres sobres hijos, profesores sobre alumnos y autoridades sobre delincuentes.
Sin embargo, desde el día que dejamos la crianza y educación de hijos propios en manos ajenas, este país nunca más fue el mismo. Y aquí estamos, sobrepasados por niños malcriados, adolescentes agresivos, adultos violentos, ladrones detrás del juez, seres humanos sin valores; una sociedad en descomposición…
¿Niños malcriados? no sólo niños; adultos, alcaldes, jueces, empresarios, subsecretarios, autoridades en general y chilenos en particular.
En fin, estamos rodeados de ex alumnos de colegios pagados y gratuitos que parece no los educaron y, peor, no tuvieron la suerte de recibir una buena dosis de amor en necesarias píldoras de disciplina, esa que hace la diferencia entre un joven que respeta el disco Pare del que apedrea a un Carabinero, del chileno que se convierte en un buen político del de un patético demagogo o un honrado ciudadano de un ladrón.
Y aquí seguimos, hasta al cuello con la corrupción disfrazada de fundaciones, hasta la tusa de ver pasar sinvergüenzas que roban sin pudor nuestros impuestos; nuestro sudor en bolsillos de patanes en gobiernos de turno.
Estamos atontados en medio de esta danza de millones, de estas orgías burocráticas, paralizados frente a la putrefacción social, de la corrupción practicada por los "descastigados", esos niños a los que nunca les pusieron límites y hoy son los corruptibles, estimulados por caudillos y amparados por gobiernos que engañan sin pudor… ¿Más fiscalización? ¿Pero quién fiscalizaría a los fiscalizadores?