Avanzando en equidad para la Agricultura Familiar Campesina de Ñuble
Una gran variedad de instrumentos en favor de los agricultores de Ñuble ofrece INDAP en la Región, como, por ejemplo, los Programas de Asesoría Especializada.
Bernarda, apicultora de Bulnes; Silverio, artesano en madera de Quillón, Juan Francisco, agricultor de Cobquecura; Nancy, hortalicera de San Nicolás. Cada uno de ellos y ellas, así como miles de productores de la Región, gracias a los programas del INDAP y del Gobierno Regional de Ñuble, están desarrollando distintas actividades productivas que no sólo los mantiene arraigados al campo, sino que, a partir de prácticas sustentables, les ha dado una mejor calidad de vida y autonomía económica.
En Ñuble, una región con una alta tasa de ruralidad, cercana al 40%; el 80% de los productores/as pertenecen a la Agricultura Familiar Campesina, lo que da cuenta de la importancia del trabajo que realiza INDAP, a través de sus propios instrumentos y en coordinación con los municipios a través del programa Prodesal.
"INDAP está trabajando en dar oportunidades a las productoras y productores, para avanzar en calidad de vida, generar condiciones que permitan el desarrollo del agro y que los jóvenes vean la actividad agrícola como una oportunidad. Para eso, INDAP está desplegado en toda la Región a través de sus agencias de área, tal como lo ha pedido el Presidente Gabriel Boric, para que la agricultura familiar y campesina siga alimentando al país y aportando a la soberanía para la seguridad alimentaria", indicó la directora de INDAP Ñuble, Fernanda Azócar.
Para dar respuesta a las necesidades del mundo campesino, INDAP desarrolla una serie de instrumentos actualmente en ejecución, como los Programas de Asesoría Especializada, que conectan al agro y a los productores a la comercialización a través de la cobertura de necesidades concretas y de manera asociativa. También con el riego, una de las grandes necesidades para incentivar la productividad del mundo rural, ha recibido un aporte histórico en los últimos dos años, haciendo eco de la necesidad creciente de agua para la producción de alimentos en un período de tiempo cada vez más afectado por el cambio climático, donde uno de los grandes cuellos de botella para la pequeña agricultura es la legalización de las aguas.
De la misma forma, se ha realizado una alianza con el Gobierno Regional de Ñuble para lograr un desarrollo rural inclusivo y sostenible, con pertinencia territorial y enfoque de género, aterrizado a las necesidades de la agricultura familiar campesina de la Región de Ñuble, sea en zona secano, valle y cordillera. Esto se ve reflejado mediante proyectos específicos para el equipamiento hortalicero, inversión en riego a través de los programas en obras menores (PROM), riego intrapredial (PRI) y riego asociativo (PRA) para el aprovechamiento de las aguas fuera de los predios, mejorando la infraestructura de canales de asociaciones de usuarios/as de INDAP y del Programa Mujeres Rurales.
"Desde el Gobierno Regional hemos trabajado bastantes líneas con distintas organizaciones", indicó el gobernador regional Oscar Crisóstomo, quien recordó "estamos con una línea productiva muy fuerte con cooperativas vitivinícolas particularmente; estamos con algunas investigaciones asociadas al mundo frutícola, al mundo de los cereales. Además, hemos trabajado con la CNR en un programa que ha permitido que un grupo de agricultores, y particularmente pequeña agricultura familiar campesina como son Los Blancos, que no tenían una perspectiva de tener agua, hoy la tengan y también aprobamos dos programas muy inéditos que están asociados a la agricultura familiar campesina de mujeres, que se dedican al mundo de la horticultura, por tanto, estamos trabajando muy fuertemente en esta línea. Reconocer lo que somos, valorarnos, es muy importante, y también decirle al mundo que, desde aquí, la agricultura permite vivir a nuestro país", señaló la autoridad.
Y también se ha avanzado en paridad. En Ñuble, el nivel de participación de las mujeres en el INDAP es del 47%. Es por esto que gracias al trabajo coordinado en el programa Mujer Rural de la alianza INDAP-Prodemu, las mujeres rurales de la Región reciben tanto el acompañamiento en gestión y desarrollo personal como en asesoría productiva e inversión, lo que les permite ser un referente, no sólo productivo, sino alcanzar su propia autonomía.