Mara Barros asegura que ve en Chile una especie de segundo hogar. Aunque, aclara, no es un sentimiento que tenga con el país en general, sino más bien con un escenario. "Cuando vamos a Chile siempre tocamos en el Movistar Arena, eso no es común que pase. Entonces llego al camerino, veo el catering y digo "casa". Pero por la rutina de las giras casi nunca hay tiempo para recorrer más. Por eso cuando me preguntaban qué tal Santiago, yo sólo podía decir que el aeropuerto, el hotel y el Movistar Arena eran muy bonitos", bromea la cantante, que hace cerca de 15 años recorre el mundo como corista de Joaquín Sabina.

Sin embargo, esa rutina terminó a comienzos de este año en la última visita del ídolo español al país. Según explica Barros, por su edad el hombre de '19 días y 500 noches' necesita una jornada extra para recuperarse de los conciertos, tiempo que ella aprovechó para ser una turista más en Santiago.

"Este año por fin me he subido al teleférico de Santiago, por fin he salido a tomarme una copa y por fin he ido a un café con piernas. Me moría de ganas de ser una turista más, ¿no?", relata entre risas la artista, en videollamada desde su natal Huelva. "Iba a trabajar solamente y no disfrutaba de la noche porque al día siguiente tenía que cantar. Ahora con un día libre en medio al menos he hecho esas tres cosas".

El tour por Sudamérica que el 8 de marzo tuvo una parada en Movistar Arena sirvió, además, para concretar otro antiguo anhelo de Mara Barros: fue durante este periplo que la corista entró en contacto con el promotor que la traerá por primera vez a la región para presentar una carrera solista que comenzó antes de Sabina, pero que retomó recién en 2017 con el lanzamiento del álbum "Por Motivos Personales".

El mini tour comenzará el jueves 3 de agosto en Club Chocolate (entradas en Passline) y luego pasará por localidades de Argentina y Uruguay. Será la oportunidad para presentar "Me nace del corazón", el disco que la española lanzó en 2022 y en el que rinde tributo a la música mexicana a través de nueve canciones de compositores de ese país, entre ellos Manzanero y Juan Gabriel.

"Pasó que con mi primer disco pude ir cuatro veces a México y allá me atreví a hacer dos rancheras. Tenía temor del recibimiento, pero fueron el mayor éxito de los conciertos. Entonces en el vuelo de vuelta me puse a pensar que quizás había llegado el momento de devolverle a México tanto amor en forma de disco, coger su música popular. Así surgió este trabajo", explica la intérprete.

Tú comenzaste con tu proyecto, pero luego te dedicaste a tu rol de corista de Sabina. ¿Qué te motivó a retomar tu carrera solista?

Lo que pasa es que yo salí de un programa de talentos, grabé un disco a raíz de eso, pero me llevé una pequeña gran decepción con la industria discográfica y supe que era muy distinta a lo que soñaba. Así que decidí no grabar más y empecé a buscar alternativas profesionales musicales que me permitieran pagar el alquiler. Llegué a Joaquín Sabina, que era el sueño hecho realidad. Yo me quería morir así, pero mi entorno se dedicó a recordarme que Joaquín y yo tenemos una diferencia de edad, que él por forma natural se jubilará antes que yo y que sería interesante empezar a sembrar desde ya. Por eso saqué el primer disco y lo retomé.

¿Y cómo conviven las dos facetas?

Bueno, todas son piezas de un puzzle que encaja. O sea, convivo con las dos vertientes lo mejor que puedo, pero claro, a veces se enfrentan como buenas hermanas. La cuestión es que siempre he tenido claro que mi absoluta prioridad es mi trabajo con Joaquín, porque para mí es un sueño hecho realidad literal, lo disfruto muchísimo y sé que más temprano que tarde se retirará, entonces quiero disfrutarlo hasta que se termine. Si él me lo permite, yo voy a ser su corista hasta el final de su carrera.

¿Cómo te sientes hoy respecto a tu primera gira como solista por Sudamérica?

Pues estoy muy nerviosa pero muy emocionada también, porque he visitado muchas veces Argentina, Uruguay y Chile, pero siempre acompañando a Joaquín Sabina en sus giras. Es cierto que Joaquín es un artista muy generoso y nos da mucho espacio, mucha presencia, y eso hace que su público al final termine conociéndote. Así que de forma indirecta un poco le robo el público y me beneficio de eso, soy muy consciente de que él me abrió las puertas de América. Pero no me quiero crear expectativas porque prefiero sorprenderme con lo que suceda y así no darme el batacazo si luego vienen a verme tres personas. Pero seré igual de profesional para esos tres, ¿eh? Si vienen, los querré con el alma.

"Salí de un programa de talentos, grabé un disco, pero me llevé una pequeña gran decepción con la industria discográfica".

"Por fin he salido a tomarme una copa y por fin he ido a un café con piernas (en Santiago). Me moría de ganas de ser una turista más".