El cuidado del agua
El país ha enfrentado durante los últimos 14 años una sequía que afecta los cultivos del agro y la ganadería en varias regiones.
Los recursos hídricos y la gama de servicios que prestan, juegan un papel clave en el crecimiento económico, la reducción de la pobreza y la sostenibilidad ambiental. El agua propicia el bienestar de la población, el crecimiento y tiene un impacto positivo en la vida de las personas, al incidir en cuestiones que tienen que ver con la seguridad alimentaria y energética, la salud humana y el medioambiente.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) este año destacó la importancia del elemento en el desarrollo sostenible, incentivando a las personas a hacer un uso responsable, tanto en las empresas como en los hogares. Nuestro país ha enfrentado durante los últimos catorce años una sequía que afecta los cultivos del agro y la ganadería en varias regiones, y que impacta en la disponibilidad de alimentos, por lo que el cuidado del agua debe ser una prioridad.
Dependemos de ella para la salud pública y el progreso; es esencial para la seguridad alimentaria y energética, y sustenta el funcionamiento de las industrias.
Es evidente que ha habido un cambio en el régimen de lluvias, porque cuando en invierno caen precipitaciones fuertes, se concentran en muy poco tiempo, por lo que el agua escurre superficialmente y no se infiltra para recargar los acuíferos. Eso parece explicar los problemas que hay en la captación de aguas subterráneas, especialmente cada verano.
Las personas en todo ámbito deben tomar conciencia del impacto que puede provocar cualquier actividad que realizan, más si se trata de aquellas reconocidas como atentatorias contra el medio ambiente. El cuidado del agua nos compete a todos y debe partir desde la base, en cada hogar, con educación y con la búsqueda de mejores soluciones.