Los resultados de la encuesta CASEN, que sitúan a la región de Ñuble en el primer puesto de pobreza a nivel nacional, deben ser una llamada de atención que nos motive a trabajar ardua y coordinadamente para resolver las brechas de inversión en infraestructura crítica para el desarrollo. Esta situación es una de las principales causas de la falta de inversión y de la pobreza en nuestra región. Sin embargo, hay algunos avances prometedores, como el apoyo a los embalses, en particular al embalse Punilla, que ha recibido el respaldo de la ministra del MOP y de autoridades regionales para su realización.

Una de las brechas fundamentales que debemos enfrentar es la cuestión eléctrica, que ha obstaculizado el establecimiento de varios cientos de proyectos e inversiones, lo que habría significado decenas de miles de empleos para nuestra región. Sin embargo, hay soluciones en camino, como una nueva ley que modifica el sistema eléctrico nacional introduciendo mejoras y permitiendo adelantar las inversiones, especialmente para la región de Ñuble.

Aunque estamos avanzando en varios frentes, aún queda un área que requiere más atención: la pavimentación de caminos en zonas rurales. Los caminos desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la región agrícola y turística. Facilitan el acceso a cada sector, fortaleciendo el turismo y permitiendo el transporte adecuado de los productos agrícolas. Además, para mantener a nuestra población que vive en zonas rurales, debemos proporcionarles las condiciones adecuadas, incluyendo servicios de transporte con mejores caminos, acortando distancias a servicios como educación y salud.

En esta línea, la Cámara Chilena de la Construcción ha participado junto al MOP en un importante conversatorio para conocer e introducir nuevos sistemas de pavimentación. Estos sistemas son significativamente más económicos -del orden del 40%- y amigables con el medio ambiente, ya que reducen el CO2 y la contaminación asociada con la construcción de caminos. Un ejemplo destacable es el uso de la estabilización química del suelo, que permite emplear una menor cantidad de áridos y reduce la explotación de los ríos. De hecho, en otros países, ya está prohibido el empleo de áridos como material base para las pavimentaciones, permitiendo únicamente la estabilización química. Este es un paso importante que debemos dar para avanzar hacia un desarrollo sostenible, respetuoso de los recursos naturales y del medio ambiente.

Así como estamos liderando la construcción industrializada en otras áreas, debemos también enfocarnos en incorporar la tecnología sustentable en la pavimentación de caminos. Esto no solo nos permitirá mejorar la eficiencia, sino también sentar las bases para el desarrollo integral de nuestra región y superar la pobreza. Literalmente, debemos seguir pavimentando los caminos para construir un futuro próspero y equitativo en Ñuble.

Ricardo Salman Aburdene,

presidente CChC Chillán

Los niños son el futuro de nuestra sociedad y garantizar su salud emocional y psicológica es crucial para criar adultos sanos y equilibrados y, por tanto, debe ser en la infancia cuando se establecen las bases para el desarrollo de la personalidad, la resiliencia y la capacidad de afrontar los desafíos que la vida presenta.

Es importante entender que, cuidar la salud mental de los niños implica reconocer que son seres emocionales, con necesidades y preocupaciones propias, y que estas deben ser atendidas con el mismo énfasis que las necesidades físicas. Por tanto, al igual que cuidamos su alimentación y su educación, debemos proporcionarles un ambiente seguro y comprensivo que les permita expresar sus emociones, aprender a gestionarlas y afrontar los problemas de manera saludable.

Jorge Fuentes, psicólogo y director de Pranavida, afirma que el bienestar mental de los niños no solo impacta su presente, sino que tiene una influencia significativa en su futuro como adultos. La falta de atención a su salud mental puede acarrear consecuencias graves a largo plazo, como trastornos de ansiedad, depresión, baja autoestima o dificultades en las relaciones interpersonales. Estos problemas pueden perpetuarse en la adultez.

La salud mental de los niños no es exclusivamente responsabilidad de los padres y cuidadores, sino que involucra a toda la sociedad, por tanto, el gobierno también debe priorizar el acceso a servicios de salud mental infantil, asegurando que estén disponibles y asequibles para todos los niños que los necesiten, invirtiendo, también, en programas de prevención y detección temprana, que puede ser clave para evitar problemas más graves en la edad adulta.