Frases
"Es importante que el pueblo esté organizado (…) no voy a dar mi brazo a torcer para cumplir los anhelos y el programa que el pueblo nos encargara…"
Presidente Gabriel Boric — En alocución con megáfono ante manifestantes frente a La Moneda.
"Es importante que el pueblo esté organizado (…) no voy a dar mi brazo a torcer para cumplir los anhelos y el programa que el pueblo nos encargara…"
Presidente Gabriel Boric — En alocución con megáfono ante manifestantes frente a La Moneda.
El tema de la conducción responsable de vehículos motorizados se debe abordar con frecuencia, de manera de que quienes están detrás de un volante entiendan la gran responsabilidad que asumen cuando guían un automóvil. Esto es particularmente importante durante los fines de semana largo, como el que se avecina, debido a que las personas aprovechan estos días para salir de la ciudad.
Por estos días, es frecuente ver en las calles como algunos conductores hacen caso omiso de la normativa del tránsito. Desde quienes se estacionan en lugares prohibidos, o en doble y hasta en tercera fila, a los que aparcan arriba de las veredas, en los pasos de cebra de uso peatonal, en lugares de entrada de vehículos o en las esquinas, todos son parte del mismo problema. Tampoco se respetan los límites de velocidad.
Más allá del control policial, lo que se aprecia es la falta de conciencia de algunos automovilistas y conductores de buses que no toman las precauciones necesarias y luego tienen que lamentar las consecuencias.
Acciones de irresponsabilidad que parecieran tan simples, como conducir hablando por un teléfono celular o -peor aún - ir escribiendo mensajes, pueden desencadenar un accidente de insospechadas consecuencias.
Aunque no se puede desconocer que hay responsabilidades compartidas en la tarea de la educación vial, está claro que sólo habrá resultados concretos si todos los esfuerzos emprendidos, tanto por Carabineros como municipios y la sociedad civil tendientes a reducir las estadísticas de infracciones y de accidentabilidad, son realmente asimilados por los conductores y éstos, finalmente, toman conciencia de su responsabilidad.
La ciudad de Chillán junto con Chillán Viejo, enfrenta un desafío monumental de cara al año 2035, cuando celebren su bicentenario. Este desafío no es otro que un aumento del 50% en la superficie construida, alcanzando los 12,6 millones de metros cuadrados, desde los actuales 8,5 millones. Sorprendentemente, el problema no radica en la falta de espacio urbano, ya que ambas ciudades podrían albergar más de tres veces esa expansión, un total de 41 millones de metros cuadrados. Entonces, ¿cuál es la complicación?
En una región económicamente desafiada, este crecimiento se convierte en una oportunidad para revitalizar la economía local. Sin embargo, este progreso trae consigo una población en crecimiento, con cerca de 25,000 hogares adicionales y más de 50,000 nuevos habitantes que se sumarán a estas ciudades. Aquí es donde aparece el dilema: la ciudad necesita inversiones viales significativas para respaldar este desarrollo, y esas inversiones ya están identificadas, aunque llevan entre 10 y 12 años desde su concepción hasta su materialización en construcción.
La historia de crecimiento no es nueva; desde los años 1960 la superficie construida se ha multiplicada por 7, y en los últimos 12 años, la conurbación de Chillán y de Chillán Viejo, ha visto aumentar su superficie construida en un 43%, albergando a una población de 217,000 habitantes en el año 2022. La creciente llegada de habitantes e inversiones ha sido catalizada por el estatus de región, mejorando la economía local. Actualmente, la tasa de crecimiento anual de estas ciudades supera el 4%.
Estos números presentan un desafío significativo tanto para el sector público como privado. La subsecretaría de transporte, dependiente del Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones, ha estudiado a fondo la infraestructura necesaria. Doce proyectos viales requieren una inversión de 370,500 millones de pesos, abarcando tanto las vías internas de Chillán como la circunvalación que desviará el tráfico de vehículos pesados lejos del centro urbano.
El éxito de esta empresa recae en una coordinación excepcional entre las autoridades responsables de aprobar y licitar estos proyectos, que incluyen al MOP, el Serviu, el Gobierno Regional y el Municipio. Esta colaboración asegurará que se cumplan en tiempo y forma, permitiendo un crecimiento sostenible de las edificaciones y la población. Además, la modernización vial será clave para una vida cotidiana sin pérdidas de tiempo excesivas en desplazamientos.
Estas expectativas fortalecen la idea de que Chillán y su entorno deben transformarse en una zona metropolitana, un concepto que la Cámara Chilena de la Construcción ha defendido, contribuyendo así a obtener los recursos necesarios para financiar estas inversiones.
En resumen, los desafíos urbanos que Chillán y Chillán Viejo enfrentan en su camino hacia el bicentenario son notables, pero una planificación y coordinación adecuadas pueden convertirlos en oportunidades de transformación y progreso para la región.
Ricardo Salman Aburdene,