"Clamor por orden y seguridad no deja en el olvido anhelos por derechos sociales"
La ciudadanía está pidiendo orden y seguridad, pero eso no quiere decir que los anhelos de más y mejores derechos sociales estén olvidados, declara el coordinador académico del Centro de Estudios Públicos (CEP), Sebastián Izquierdo Ramírez, quien remarca que la fragmentación que aqueja al sistema político se traduce en una prolongada falta de acuerdos para dar curso a las demandas ciudadanas que concitan mayor respaldo.
"A fin de cuentas, cuando la ciudadanía ve que los problemas no se resuelven, es la política la que se ve perjudicada", subraya el economista experto en políticas públicas, quien antes de llegar al CEP fue director de Pregrado en la Universidad Adolfo Ibáñez, superintendente de Educación y secretario ejecutivo de la Agencia de Calidad de la Educación.
SEGURIDAD Y DEMOCRACIA
- El miedo a la violencia delictual debe ser mucho como para que más del 50% de los consultados en la última Encuesta CEP esté dispuesto a sacrificar libertades por el control de la delincuencia.
- Casi el 80% de las personas menciona una de las tres opciones: delincuencia, narcotráfico o corrupción cuando se les consulta cuáles son las tres prioridades en que el Gobierno debiera poner mayor esfuerzo. Hay un clamor muy importante para que el Gobierno se dedique a combatir la delincuencia. Tanto así que pasó de un 68% a un 72%el porcentaje de ciudadanos que se declaran dispuestos a sacrificar mayor libertad por mayor orden, y dos de cada tres consultados en la encuesta señalaron que preferían tener un Gobierno más firme.
- Guardando las proporciones, durante el combate al terrorismo en Estados Unidos tras el 11 S, se promulgó la Ley Patriota en ese sentido…
- Creo que no hay que confundir un anhelo por un Gobierno más firme con una opción por el autoritarismo. En la encuesta CEP hay un apartado sobre la democracia y la verdad es que no se ha visto muy perjudicada. Acá hay más bien un anhelo de tener orden antes que de seguir construyendo ciertos derechos sociales, por ejemplo, que no habíamos visto muy fuertemente previo al estallido. Todavía un porcentaje muy relevante de la ciudadanía prefiere la democracia antes que el autoritarismo. Y vemos un repunte muy importante de personas que se identifican con los partidos políticos, es decir, que cifran esperanzas en ellos, pese a tener una mala evaluación en la situación política en Chile.
CONSERVADORES Y LOCALES
- Aparte del tema de la seguridad usted ha dicho que hay otro tipo de miedos que es importante vislumbrar, como el de no tener una pensión adecuada para enfrentar la vejez.
- La interpretación es que la ciudadanía está pidiendo orden y seguridad, pero eso no quiere decir que los anhelos que observamos en los últimos años en relación a mejores y más derechos sociales estén olvidados. Más bien todavía están rankeados entre las principales prioridades que la ciudadanía espera que los políticos resuelvan. Cuando uno pregunta sobre los miedos de las personas, más del 80% apunta a los robos y los asaltos violentos, pero también a enfermarse y no tener los recursos para pagar. Entonces existe una vulnerabilidad que no sólo proviene de la inseguridad sino que también de los derechos sociales como salud y pensiones.
- Tras la última encuesta, que marca una fuerte identificación con Republicanos y que ubica a figuras conservadoras como las mejor evaluadas, se dijo mucho que el país se ha derechizado. ¿Es así?
- Más que el país se haya derechizado, hay un sector político que fue capaz de leer de mejor manera y tener mejores propuestas justamente en este anhelo por mayor orden y combate a la delincuencia. También se observa que los personajes mejor evaluados provienen del sector de derecha, que ha sido capaz de interpretar mejor esas necesidades. Igualmente, son liderazgos más bien locales: los tres primeros son alcaldes y el cuarto, gobernador. Hay confianza en las autoridades e instituciones más cercanas.
IMPACTO DE LA CORRUPCIÓN
- Con lo que se sabe del caso Convenios, ¿la corrupción va a escalar entre las preocupaciones en la próxima CEP?
- La corrupción -así han calificado el caso las propias autoridades- fue una de las prioridades que más subió en la encuesta, es la sexta con mayor importancia. ¿Esta mayor preocupación se ve reflejada en la evaluación del Gobierno? Se ha mantenido más bien constante en un núcleo bastante afiatado en torno al 27%, por lo tanto el caso corrupción no está permeando en el Gobierno del Presidente Boric como uno tendería a intuir. Lo que sí yo observo es que está impactando en una calificación negativa transversal de la política y que también hay consecuencias en el proceso político más relevante que hoy día estamos llevando a cabo, que es el proceso constitucional.
- Aparte del impacto político y electoral que la corrupción puede tener para el Gobierno, ¿es reparable el daño que le va a causar al sistema político que ya está bien golpeado?
- Pienso que el talón de Aquiles que tiene hoy Chile es un sistema político muy fragmentado y poco colaborativo producto del diseño electoral. Y no sólo en este Gobierno. Es cosa de mirar los anteriores para ver que no hemos logrado acuerdos en las reformas más relevantes que la ciudadanía respalda, como un sistema mixto de salud. A fin de cuentas, cuando la ciudadanía ve que los problemas no se resuelven, es la política la que se ve perjudicada. Ese problema necesitamos resolverlo urgentemente y yo creo que la esperanza debiera estar depositada en la nueva Constitución, donde debe buscarse una menor fragmentación, así como ciertos mecanismos de colaboración entre el Ejecutivo y el Legislativo para hacernos cargo de este problema, que está teniendo consecuencias graves sobre todo para las personas más vulnerables.
PLEBISCITO Y lo que viene
- Con el 49% de desinterés en el proceso constitucional, ¿qué cree que va a pasar en el plebiscito de diciembre?
- Lo que uno observa es que la mitad de los chilenos está nada de interesado en este proceso y un tercio de los ciudadanos lo están evaluando mal. Pero hay aspectos que podrían dar ciertas luces de mejora, como que a medida que las personas tienen mayor interés, tienden a evaluarlo mejor. De modo que en tanto avancemos y se hagan esfuerzos para ir conociendo el texto deberíamos ir mejorando estos indicadores. Pero creo que en estos meses que quedan hasta diciembre iremos en un camino muy cuesta arriba.
- ¿Cree que la tendencia pendular que iniciaron Bachelet y Piñera en 2010, y que se ha repetido en distintas elecciones, se puede replicar en los comicios que vienen?
- Hemos visto cómo el péndulo se ha movido en muy pocos años de extremo a extremo, pero hay aspectos que se han mantenido. Creo que es importante que los políticos tengan conexión con las principales preocupaciones ciudadanas y que deben equilibrar muy bien los problemas que tenemos en seguridad, pero no sólo avanzar en esa dirección, sino tener incorporadas las grandes reformas que necesita Chile en materia de derechos sociales. La clave está en quién es capaz de equilibrar de mejor manera estas dos pulsiones que se vienen arrastrando no sólo de 2019, sino desde antes también.
EL CIERRE DE LAS ESCUELAS
- Usted fue Superintendente de Educación y lideró la Agencia de Calidad de la Educación. ¿Cuál es su principal preocupación en ese ámbito?
- Chile tiene el triste récord de 250 días lectivos perdidos desde el inicio de la crisis sanitaria, el país número uno de los que componen la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Las consecuencias las estamos viendo. Desde el punto de vista de los logros de aprendizaje, los resultados del Simce pasado evidenciaron que tenemos un problema que nos va a costar muchos años resolver. Y desde la perspectiva de las habilidades socioemocionales, observamos efectos como el aumento de la violencia entre estudiantes. Eso es producto de la mala decisión de haber cerrado los colegios de forma mucho más prolongada que en otros países, teniendo acceso a vacunas e implementos.
- ¿Y qué le parece el plan de reactivación en aplicación?
-Si bien ha ido mejorando a través del tiempo, perdimos más de un año en tener un plan relativamente adecuado para el desafío que enfrentamos, pero todavía tengo una mirada crítica porque -habiendo revisado la experiencia de muchos países- los recursos financieros que se le están destinando son insignificantes. Por lo tanto, yo creo que no vamos a resolver este problema que tiene consecuencias en todas las generaciones por supuesto, pero también en la sociedad chilena. La reactivación educativa es el elemento más esencial para tener un crecimiento económico sostenible en el tiempo, que a la vez debiera generar los recursos para hacer políticas sociales sostenibles y ambiciosas. 2
La reactivación educativa es el elemento más esencial para un crecimiento económico sostenible en el tiempo, que a la vez debiera generar los recursos para hacer políticas sociales ambiciosas".
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
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"cuando la ciudadanía ve que los problemas no se resuelven, la política sale perjudicada".