Déficit de camas críticas
Ante el aumento significativo de enfermedades respiratorias que está afectando a los adultos mayores en todo Chile y que tiene a diversos centros de salud con una ocupación superior al 86% de camas críticas, es inentendible que aún el Minsal no visualice a la hospitalización domiciliaria como una alternativa viable y eficiente para contribuir a descongestionar la red asistencial de salud.
En la actualidad, sólo las empresas privadas que brindan estos servicios están atendiendo a alrededor de 800 pacientes críticos de alta complejidad y larga estadía, que si estuvieran hospitalizados lo harían en una cama crítica, lo que corresponde al 30% de la capacidad total de este tipo de camas en el país. Y si consideramos, además, que la mitad de esos pacientes son niños, hoy estas atenciones estarían representando un 55% del total de camas críticas pediátricas basales del sistema público-privado.
Si se implementara una política pública para incentivar la derivación de pacientes desde los recintos hospitalarios a sus hogares, con los mismos cuidados y tratamientos que reciben en las instituciones de salud, la capacidad de camas críticas disponibles podría incrementarse, evitándose así los problemas sanitarios que hemos tenido en gran parte del año. No es posible que se recurra sólo a la hospitalización domiciliaria cuando estén las camas colapsadas, tal como sucedió en los últimos meses cuando ocurrió el peak de contagios infantiles, en circunstancias que perfectamente se puede hacer uso de ella con antelación y con una buena programación y preparación.
El gran problema de nuestras autoridades es que aún no han visto la atención en el hogar como una solución integral para el sistema de salud chileno, pese a que sólo las empresas privadas de hospitalización domiciliaria ayudan a liberar anualmente más de 64 mil días-cama.
Diego Hurtado, presidente de la Asociación Chilena de Instituciones de Salud Domiciliaria (Achisad)
Repensemos el gasto público
Se le acusa a la oposición de ir en contra de la reforma tributaria para que los "súper ricos" no paguen más impuestos. Este argumento omite que el gobierno también quiere subirle los impuestos a la clase media y a las familias más vulnerables, obligándoles a pagar más, también se intenta dejar bajo la alfombra la oleada de supuestos casos de corrupción que han sido revelados en el último tiempo.
¿Será este un buen momento para discutir una ampliación del Estado?¿Podrán hacer uso eficiente de los recursos quienes han permitido casos como el de Democracia Viva?¿Qué confianza puede haber en quien permite que cada semana roben computadores y cajas fuertes de sus ministerios? Creo que hoy es mejor pensar en una reestructuración del gasto antes que en un alza impositiva.
Tal vez es hora de repensar el proyecto de presupuesto en "base cero" que propuso en su momento el exministro de Hacienda, Ignacio Briones.
Gabriel Mora Peña
Proyecciones económicas
El ministro de Hacienda ha señalado que, en marzo próximo, cuando reingrese a trámite la reforma tributaria, se habrían registrado cerca de 6 meses de crecimiento económico, lo cual generaría un mejor contexto para su tramitación, en lugar de hacerlo ahora en medio de una recesión.
Es efectivo que a partir de octubre observaremos variaciones positivas en el Imacec, dada la baja base de comparación, ya que este indicador de producción inició su desplome en septiembre del año pasado. Sin embargo, es necesario analizar el efecto rebote post-recesión, ya que, si se proyecta la variación de la actividad en 24 meses en el primer trimestre de 2024, llegaríamos a un leve incremento de +0,6%. Este insignificante aumento, después de dos años, nos da cuenta de la magnitud del problema. Son 2 años perdidos.
Sin embargo, no hay que perder la esperanza y tal vez en marzo próximo el ministro nos sorprenda con una propuesta procrecimiento e inversión, bajando los impuestos para acelerar inversiones, de manera tal que el crecimiento vuelva a florecer.
Tomás Flores, académico UBO