Boric sube al avión presidencial a Piñera para asistir al cambio de mando de hoy en Paraguay
ASUNCIÓN. Mario Abdo, mandatario saliente, y Santiago Peña, el jefe de Estado que juramentará hoy, invitaron al exPresidente chileno a la ceremonia.
El Presidente Gabriel Boric viajó anoche rumbo a Paraguay, para asistir a la ceremonia de cambio de mando en el que hoy asumirá como nuevo jefe de Estado el economista Santiago Peña. Al avión presidencial, antes del despegue, arribó un pasajero inesperado: el expresidente Sebastián Piñera, quien fue sido invitado a la ceremonia de juramentación tanto por el mandatario entrante como el saliente, Mario Abdo, como presidente de Libertad y Democracia, grupo de líderes de derecha latinoamericanos en el que los tres participan.
"Cuando lo supo el presidente Boric, me invitó a acompañarlo en el avión", contó Piñera a bordo del avión. "Más allá de las legítimas diferencias que podemos tener, la política exterior tiene que ser siempre una política de Estado, y yo como priesidente del Grupo Libertad y Democracia quiero contribuir a la buena relación de Chile con todos los países del mundo", declaró el exjefe de Estado.
Mientras tanto en Asunción, en medio de un amplio despliegue de seguridad y actividades con motivo de la fundación de su capital, los paraguayos se preparaban ayer para la juramentación del economista Santiago Peña como el presidente 51° del país y el décimo desde la instauración de la democracia en 1989.
Peña, de 44 años, sucederá desde este martes a Mario Abdo Benítez, también del Partido Colorado, después de imponerse en los comicios generales de abril pasado.
Ayer ya habían arribado invitados como el rey Felipe VI de España o los presidentes Luis Lacalle Pou, de Uruguay, Alberto Fernández, de Argentina, y Luiz Inacio Lula da Silva, de Brasil.
Poseedor de cifras de crecimiento e inflación sin sobresaltos, Paraguay destaca entre sus vecinos como un potencial destino para sus inversiones, aunque internamente su baja recaudación tributaria y la tendencia alcista de la deuda pública en relación con el PIB puede poner en aprietos sus ordenadas finanzas públicas.
Es así como el nuevo presidente asumirá la tarea de mantener la senda de crecimiento económico a la que el país ha retornado, pese al fuerte impacto mundial de la pandemia.
Del 3,5% de crecimiento con el que cerró el 2013, año en el que el saliente mandatario, Mario Abdo Benítez, asumió la jefatura de Estado, el aparato productivo paraguayo se contrajo a -0,4%% y -0,8 en 2019 y 2020, respectivamente, cuando la emergencia sanitaria provocada por la pandemia del coronavirus obligó a cerrar las fronteras y prácticamente paralizar las actividades económicas.
En el ejercicio siguiente, Paraguay dio signos de recuperación, con un PIB del 4% en 2021, aunque luego sufrió una contracción hasta el 0,1% en 2022. Este último resultado fue atribuido a la sequía que redujo la mitad de producción de soja, uno de sus principales productos de exportación, y al alza de los combustibles a causa de la invasión rusa de Ucrania.
Peña, economista de profesión y quien fue titular del Banco Central del Paraguay (BCP) y ministro de Hacienda durante la gestión del ahora exgobernante Horacio Cartes (2013-2018), recibirá un país con una proyección de crecimiento económico del 4,5% para este año.
Sin embargo, tendrá entre sus retos más urgentes está reducir el gasto público y el déficit fiscal que hereda de su antecesor.
Cifras del Ministerio de Hacienda indican que la deuda pública se situó en julio pasado en 14.431 millones de dólares, un 35,3 % del PIB.