"Debemos hacer esfuerzos para que las coaliciones vayan con un candidato único"
El próximo 27 de agosto se realizarán las elecciones para elegir al nuevo presidente del Partido por la Democracia (PPD), a la que se llegará con el acuerdo para que hubiese una lista de consenso que lidera el senador por La Araucanía, Jaime Quintana. Asumirá en un momento complejo, debido a la crisis por el tema de entrega de recursos a Fundaciones que finalmente terminó con la renuncia del ministro de Desarrollo Social, Giorgio Jackson el viernes.
Al respecto, dice que éste "se había transformado en un problema para La Moneda. Ahora que deja de ser Ministro, espero que mejore el ánimo en el oficialismo y que la derecha cumpla su palabra y se siente a negociar las reformas sociales que Chile necesita". Y agrega: "La salida de Giorgio Jackson no puede ser sólo simbólica. El discurso de la superioridad moral también tiene que acabarse en los mandos medios del Gobierno para que todos en igualdad de condiciones podamos ayudar a descomprimir la actual crisis política".
Por otra parte, tiene otro tema en el horizonte como son las elecciones municipales, donde espera concretar "un acuerdo temprano" para poder concretar un candidato de consenso entre todo el oficialismo.
- Como candidato de consenso ¿con qué porcentaje de apoyo estaría satisfecho para sentir el respaldo de las bases?
- Más que un respaldo, lo importante es que exista participación. Porque se asumió que en los tiempos actuales era más adecuado tener una lista de consenso y, por lo tanto, lo importante es que tengamos una participación de algunos miles de militantes, no podría decir cuántos, pero cualquier cifra cercana a los 4.000 es buena dado que no hay competencia interna.
- ¿Cuál es el rol que debería asumir el partido en su relación con La Moneda y el resto de los partidos que apoyan al Gobierno?
- El PPD es un partido que es parte de las coaliciones de Gobierno y por lo tanto debe trabajar con él en ese sentido, independientemente de que podamos ser un partido más bien de frontera. ¿Qué significa esto? Que es un partido que ideológicamente se sitúa en una posición que le permite también interlocutar con otras fuerzas políticas que no necesariamente están en el Gobierno, con la oposición derechamente, más aún cuando se tiene minoría en ambas cámaras y es más necesario dialogar desde la diferencia y creo que ahí el PPD, como partido frontera, puede cumplir un rol importante.
- Las elecciones municipales están prácticamente a la vuelta a la esquina, ¿han tomado definiciones, por ejemplo, ir en listas separadas o conjuntas?
-Creo que hay que aprender las lecciones del último proceso electoral. Con la diferencia que estas elecciones son periódicas, por lo tanto, son más estables en el tiempo y que lo ocurrido en las dos listas fue una situación excepcional. Hoy el Socialismo Democrático debe ir junto, pero no sólo eso, debemos hacer esfuerzos para que las distintas coaliciones también, entendiendo la importancia que tiene la municipal, vayan por lo menos con un candidato único a alcalde o alcaldesa.
- Es decir, ¿buscar un buen candidato y alinearse?
- Sí. Yo creo que esa debiera ser, por lo menos, una de nuestras primeras líneas, una vez asumiendo la presidencia del Partido por la Democracia: empujar un acuerdo temprano, en el sentido que todas las fuerzas del oficialismo, en las dos coaliciones que nos encontramos -Socialismo Democrático, por un lado, y Apruebo Dignidad, por otro- convengamos en ir con un candidato a alcalde o alcaldesa único y que lo demás, la lista para concejales, podamos ver bien cómo se da esa composición.
- En Radio Infinita, Francisco Vidal dijo que "si el Presidente cede con Jackson, la derecha se va a ir sobre Montes y después habrá una lista". ¿Está de acuerdo?
- Es probable que conforme se vayan acercando los procesos electorales, la derecha vaya endureciendo su artillería. Y por eso también, se echa de menos que el Gobierno haya podido controlar de mejor manera la situación del caso Fundaciones. Si bien la estrategia conocida es que pase el tiempo, que fluyan todos los datos y que se conozca todo lo que ha ocurrido; eso, desde un punto de vista de transparencia, parece una buena estrategia. Pero también la crisis hay que acotarla en algún momento y contenerla. Y eso no ha ocurrido, porque llevamos más de dos meses y esto no para.
- Esto provoca que el Gobierno no pueda marcar agenda.
- Sin duda, esa es una de las principales dificultades. El Gobierno no está controlando la agenda, pero tampoco ha sido capaz de decir "mire de la cantidad de recursos traspasados a las fundaciones, las que se han traspasado a fundaciones, entre comillas, ligadas al oficialismo son mucho menos de las que se han entregado por parte del gobierno regionales, que lo hacen con total autonomía del Ejecutivo". Eso, lejos de ser un consuelo, es más bien una preocupación de que aquí tenemos una complejidad estructural que tenemos que resolver. Y, por lo tanto, más que perseguir ministros hoy día, tenemos que poner toda nuestra energía en ver cómo corregimos para que el próximo año o en la próxima Ley de Presupuesto estas malas prácticas queden completamente impedidas.
- Sobre todo, considerando que se tiene que discutir la Ley de Rentas regionales.
- O sea, lo que se ha conocido en el caso Fundaciones le ha hecho un pésimo favor a la descentralización. Eso hoy día es un dato real, muy transversal, y creo que están las peores condiciones para seguir entregando atribuciones y flexibilidad a la ejecución presupuestaria de los gobiernos regionales. No así para lo que son traspasos de recursos para obras físicas, obras civiles, y proyectos que tienen un impacto real en la comunidad. Para lo que no hay disposición es para seguir botando y despilfarrando recursos en acciones que no tienen ni un impacto, y lamentablemente estamos hablando de mucha plata. Creo que esa es la indignación ciudadana que ha provocado también el caso Convenio, que estamos hablando de demasiados recursos del Estado, mal distribuidos.
- Pasando a otro tema, el año pasado ud. publicó el libro "Perdiendo el control" sobre seguridad. Desde ese momento hasta ahora, ¿se ha avanzado?
- Si hay una satisfacción que me ha dejado el libro es que se ha leído, porque se mueve, según los datos de la editorial; pero, el segundo, tal vez el más importante, es que gran parte de los temas que yo me planteé, no necesariamente en la perspectiva de un recetario, pero sí de identificar los temas gruesos en materia seguridad, creo que se está avanzando en todos y cada uno de ellos. En institucionalidad, el Senado ya despachó el proyecto del ministerio, que le asignamos ahí una importancia tremenda; lo mismo en ciberseguridad, donde estábamos muy débiles, teníamos una estrategia de papel que yo describo ahí; en materia de fortalecimiento de la labor policial, lo mismo. Creo que nos faltan algunas cosas en materia de persecución penal, a más de 20 años de entrada en vigencia del sistema procesal penal, ahí hay algunos cambios institucionales todavía por hacer. Pero veo con satisfacción que se están haciendo. Veo con preocupación sí que el tema de la seguridad sigue, a ratos, fuera de control. Con todo, creo que este año va a ser el año que más se va a haber legislado en materia de seguridad. Y ahí hay un rol, por supuesto, de la política y también del Ministerio del Interior que ha hecho lo suyo.
- Pero hay proyectos que el Ejecutivo se había comprometido a enviar, y no lo ha hecho. La ministra Tohá ha dicho que enviará unos ocho o nueve en septiembre.
- Yo diría que los proyectos más estructurales están con la discusión bastante avanzada. Ha habido algunos problemas con algunos proyectos, que son mociones, que también fueron incorporados dentro de los 31 proyectos originales. Pero son mociones que nunca generaron mucho consenso, además algunos de sus autores le fueron agregando cosas en el camino que los tornaron más difíciles. Por ejemplo, el tema de usurpación. Ahí había consenso de que teníamos que avanzar, porque teníamos penas que eran muy bajas, pero el problema es que le incorporaron en la discusión en el Senado, la famosa autotutela, que es una regresión total al tiempo de las cavernas. Creo que en ese sentido podríamos haber hecho un esfuerzo, un ejercicio como el que se hizo con el proyecto del robo de madera, por ejemplo, donde el Ejecutivo presentó indicaciones y mejoró bastante, entre otros. 2
El caso Fundaciones le ha hecho un pésimo favor a la descentralización (...) Creo que están las peores condiciones para seguir entregando atribuciones y flexibilidad a la ejecución presupuestaria de los gobiernos regionales".
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
El senador dice que se ha avanzado en los temas de seguridad que previó en su libro.
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